esta alternativa es más saludable y más barata


10 de agosto 2025 – 15:00

En medio de los aumentos, una opción rica en nutrientes y con múltiples usos empieza a ganar popularidad en las dietas de los argentinos.

Con la suba de los precios en diversos productos básicos, muchas personas empezaron a repensar que es lo que compran y cuanto sale. El aceite de oliva, considerado por años como un imprescindible de la cocina saludable, hoy se volvió casi un lujo.

Frente a esta realidad, surge una alternativa que no solo es más accesible, sino que además ofrece beneficios similares y en algunos lados superiores para la salud. Este es el aceite de palta.

Aceite de palta

Aceite de palta: la mejor alternativa a la oliva

Aunque todavía no es tan popular, el aceite de palta viene ganando terreno gracias a su perfil nutricional y su versatilidad. Extraído directamente de la pulpa de la palta, es rico en grasas monoinsaturadas, ósea las “grasas buenas”, similares a las que contiene el aceite de oliva.

Según un estudio realizado por la Universidad de Guadalajara, este aceite ayuda a reducir los niveles de colesterol total, el colesterol LDL, el “malo” y los triglicéridos en sangre. Esto lo convierte en un aliado para la salud cardiovascular y es especialmente útil para personas con colesterol alto o diabetes tipo 2.

Además, su sabor es suave, con un toque cremoso que lo hace perfecto para quienes prefieren algo más neutro que el intenso sabor del aceite de oliva. Pero la verdad es que lo mejor de todo es su precio, que suele ser bastante más bajo en góndola.

Cómo usar el aceite de palta

Una de las grandes ventajas del aceite de palta es su versatilidad en la cocina. Sirve tanto para preparaciones frías como calientes, y se adapta bien a distintos estilos de cocina. Podés usarlo para aderezar ensaladas, marinar carnes o pescados, saltear vegetales o incluso para hacer frituras.

Tiene un punto de humeo alto, que va alrededor de los 200°C, lo que lo hace perfecto para cocinar sin que se degrade ni pierda sus propiedades nutricionales. A diferencia de otros aceites, mantiene su estabilidad y no se vuelve tóxico a altas temperaturas.

También es ideal para acompañar verduras cocidas o al vapor, ya que ayuda a absorber mejor los nutrientes liposolubles, como las vitaminas A, D, E y K. Además, su riqueza en antioxidantes lo convierte en un aliado no solo para el corazón, sino también para la piel y el sistema inmune.


Fuente: Ambito