Termina el año y, sin debate de Presupuesto a la vista, el Congreso entra en un estado de descontrol y anarquía. Hay cuatro sesiones convocadas esta semana en la Cámara de Diputados. Cuatro. Ningún diputado recuerda tal acumulación desesperada en el pasado. Para el martes se convocó una sesión para rechazar el DNU 846 de canje de deuda, que es la última bala que les queda a los gobernadores para negociar con Javier Milei. El mismo día, dos horas antes, hay otra convocatoria para tratar un proyecto de reforma sindical que no tiene dictamen. El miércoles sigue, hay otra sesión convocada para regular los juegos online y prevenir la ludopatía. Y, por último, el jueves, el PRO volverá a intentar aprobar la Ficha Limpia. Un mosaico de sesiones a piacere de cada bloque que, en el medio de la atomización parlamentaria, guerrean entre sí.
Nadie se quiere quedar sin exprimir la última semana de sesiones ordinarias. Mucho menos en un contexto en el que Javier Milei, cada vez que puede, da a entender que no tiene interés en tratar el Presupuesto. Santiago Caputo le susurra al Presidente al oído y le dice que los gobernadores “lo va a cagar”, según relata un dirigente del PRO, y Milei opta por la salida más fácil: la prórroga del Presupuesto 2023 que le permita manejar con discrecionalidad los fondos del año próximo. Las negociaciones están en punto muerto y la mayoría de los gobernadores empiezan a adaptarse a la idea de cerrar acuerdos específicos por afuera del Presupuesto. Los diputados sospechan que el Gobierno no convocará sesiones extraordinarias. No para tratar el Presupuesto, al menos. Aunque sí tal vez para debatir la eliminación de las PASO y la reforma del sistema de partidos (dos iniciativas que no tienen respaldo en el Congreso).
“Hay un desorden político que el presidente fogonea. Al no estar el Presupuesto, que te ordena, cada sector tira sus temas para marcar agenda con su electorado”, masculla un dirigente del bloque de Miguel Ángel Pichetto que sospecha, como varios, que el caos de sesiones pueda terminar derivando en el fracaso de todas y que ninguna termine llegando al quórum. “Van a empezar con que ´si vos no venís a mi sesión por qué voy a ir yo a la tuya´”, admite un diputado que puso su firma en dos de las cuatro pedidas.
Cada bloque tiene su prioridad. El peronismo se desvive por voltearle a Luis Caputo el DNU 846 que le permite reestructurar la deuda pública sin límites y sin pasar por el Congreso. Cuenta con el respaldo del pichettismo de Encuentro Federal y el radicalismo díscolo de Democracia Para Siempre. El PRO, mientras tanto, quiere despedir las sesiones ordinarias intentando avanzar, una vez más, con la inhabilitación de la candidatura de Cristina Fernández de Kirchner.
El plato fuerte de la semana será el segundo intento de la oposición de rechazarle el DNU 846 a Milei. La dupla pichettista Oscar Agost Carreño-Nicolás Massot coincide con el titular de Unión por la Patria, Germán Martínez, en que la única manera de obligar a Milei a tratar el Presupuesto es si le rechazan antes el DNU de canje de deuda. Es la última oportunidad de los gobernadores para negociar con el Gobierno ya que, sin el DNU, Milei no puede refinanciar libremente la deuda. La clave está en que el Presupuesto, que se publicó antes que saliera el DNU, incluye en uno de sus artículos la misma flexibilización de las condiciones para hacer canje de deuda que aparece en el decreto. Es decir que, sin DNU, el Gobierno se vería obligado a aprobar el Presupuesto , para refinanciar la deuda. En caso contrario, tendrá que llevar la discusión al Congreso como plantea actualmente la ley.
El desafío de la oposición será evitar la sangría que llevó al último fracaso. En la sesión del martes 12, los gobernadores presionaron a sus diputados para que no dieran quórum, generando bajas en todos los bloques (9 en UxP, 2 en el radicalismo de Democracia Para Siempre y 7 en Encuentro Federal). La UCR de Rodrigo de Loredo había decidido, además, no acompañar bajo el argumento de que “el kirchnerismo quiere desestabilizar al Gobierno”. “En el radicalismo, el liderazgo y la agenda lo marcan los pelucas, ahí el verdadero jefe de bloque es (el tucumano Mariano) Campero”, explica un diputado que, hasta hace un mes, integraba el bloque que preside De Loredo.
Para evitar el mismo desenlace, la oposición dependerá, ahora, de que los mandatarios provinciales apuesten a rechazar el DNU como estrategia de presión al gobierno. Sin su colaboración será imposible conseguir quórum.
La sesión está convocada para el martes a las 15 horas. Sin embargo, el radicalismo, con Martín Tetaz a la cabeza, decidió que no quería quedarse afuera de la guerra de agendas y convocó a una sesión para el mismo día a las 13 horas. ¿El tema? Un proyecto de reforma sindical con el cual la UCR busca, hace meses, eliminar la reelección indefinida de los dirigente sindicales y la suspensión de la obligatoriedad de la cuota solidaria. La iniciativa, sin embargo, no logró conseguir dictamen la semana pasada. Solo acompañaron el PRO, las UCRs y la Coalición Cívica, por lo que no hubo firmas suficientes y Tetaz se quedó sin dictamen. A pesar de esto, intentará tratar el tema en el recinto, en donde necesitará dos tercios para aprobar la ley sin dictamen. Un número imposible.
La Coalición Cívica, UxP, el radicalismo de DPS y Encuentro Federal buscarán, el miércoles al mediodía, aprobar un proyecto que regula los juegos de azar y las apuestas en línea. La iniciativa, que pretende ponerle un límite a la ludopatía (especialmente la infantil), prohíbe cualquier tipo publicidad de sitios de apuestas online. La prohibición rige tanto para medios de comunicación como redes sociales, así como influencers, equipos deportivos o festivales.
Si bien hay un consenso general sobre la necesidad de avanzar en legislación que regule las apuestas online, hay fuerte debate interno sobre los límites a la publicidad. La oposición pretende aprobar su propio dictamen, que es el más restrictivo, pero el PRO y La Libertad Avanza sostienen, junto al radicalismo deloredísta, un dictamen de minoría más flexible. La puerta para las negociaciones está abierta, pero hay resistencia de algunos sectores para modificar el dictamen de mayoría: muchos temen que, en medio del fuerte lobby que está encabezando la Asociación de Loterías, Quinielas y Casinos Estatales de Argentina, algunos diputados flaqueen a la hora de votar a favor de la regulación de la actividad.
Tal como prometió Silvia Lospennato tras el fracaso del miércoles, el PRO buscará la revancha con Ficha Limpia. Junto a la UCR y la CC intentarán aprobar la iniciativa que prohíbe que cualquier persona que haya sido condenada por corrupción en segunda instancia pueda presentarse como candidata a un cargo nacional. Este proyecto –que impedirá cualquier candidatura de CFK– no consiguió quórum hace unos días, pero en el PRO se muestran confiados en que, esta vez, tendrán el número para aprobarlo.
El ojo está puesto en el oficialismo, a quien no le disgusta la posibilidad de polarizar con CFK en la Provincia de Buenos Aires. La sesión pasada, LLA no jugó a fondo para que la ley pudiera salir y varios acusaron a Martín Menem de jugar con excesivo reglamentarismo al suspender la sesión cuando solo faltaba uno para el quórum y algunos diputados estaban en camino. A Menem no le gustó que especularan, por lo que es probable que el oficialismo, esta vez, juegue a favor de la ley. “No hay espacio para que no vuelva a haber quórum”, admiten.