Huracán dio este domingo por la noche el batacazo de los cuartos de final del Torneo Apertura al vencer 1 a 0 a Rosario Central, el mejor equipo de la fase regular, en el Gigante de Arroyito.
El único gol del encuentro fue convertido por el extremo Walter Mazzantti, que abrió el marcador con un cabezazo a los 21 minutos de la primera parte, tras una gran jugada individual del lateral izquierdo César Ibáñez.
“Vinimos a una cancha difícil y por suerte pudimos ganar. Siempre es lindo pelear ahí arriba, vernos ahí arriba es lindo. Estamos bien, paso a paso siguiendo por nuestros objetivos”, expresó tras el encuentro el zurdo, quien se sacó a dos hombres de encima para mandar el centro del gol.
El Globo espera ahora por el vencedor del duelo de este lunes entre Boca e Independiente en La Bombonera. Cualquiera sea el vencedor, será local en semifinales ya que Huracán fue 4º en la fase regular mientras que Boca fue 2º e Independiente, 3º.
Por Rosario Central, un verdadero sacudón a las ilusiones de los dirigidos por Ariel Holan, quienes sumaron más que todos en la primera fase (35 puntos en 16 partidos) y venían de superar con solidez a Estudiantes en octavos de final (2 a 0).
Para colmo del equipo local y gran favorito, Huracán venía de tener una semana muy desgastante con el viaje a Colombia del miércoles por la noche para enfrentar a América de Cali por la Copa Sudamericana (0 a 0). “Veníamos de un viaje complicado, jugamos en una cancha con lluvia… Hicimos un desgaste bárbaro pero el grupo se preparó para pelear cosas importantes y se demostró en la cancha”, agregó Ibáñez, en referencia a la mala jugada que le tendió el armado del cronograma de partidos.
Pero el Globo no evidenció falta de energía en ningún momento de la noche rosarina, una que arrancó con susto local cuando entre Quintana y Broun casi se realizan un gol en contra -finalmente salvó el arquero el mal pase del defensor-. Los desentendimientos defensivos continuaron más tarde, cuando Sandez perdió fácilmente la marca de Mazzantti en el 1-0, para recriminación del propio Quintana.
Central tuvo la pelota pero no las ideas. Sólo a través de centros intentó inquietar a Hernán Galíndez, consolidado una vez más como uno de los mejores arqueros del fútbol argentino. Ojo, chances tuvo: primero Enzo Copetti cabeceó desviado en posición inmejorable y más tarde, el propio nueve, calculó mal y quedó en offside en una jugada clarísima que terminó con gol anulado. Claro que Huracán también se perdió un par de goles increíbles sobre el final, cuando el local estaba completamente volcado en ataque. Como para no perder la costumbre del sufrimiento que caracteriza al Globo.
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