Independiente condenó “enérgicamente los gravísimos hechos de violencia ocurridos” en la noche del miércoles en el estadio Libertadores de América – Ricardo E. Bochini, que llevaron a la cancelación del cotejo entre el equipo de Avellaneda y Universidad de Chile por los octavos de final de la Copa Sudamericana y culpó al equipo trasandino por el episodio de violencia que dejó al menos diez heridos. La decisión de cancelar el encuentro fue de parte de la Conmebol.
“De acuerdo con las imágenes difundidas, reportes oficiales y partes policiales, los incidentes se iniciaron en el sector visitante desde la previa del partido”, dice el comunicado del club presidido por Néstor Grindetti. “En primera instancia, atacaron e inactivaron el sistema cerrado de cámaras de seguridad, y luego, procedieron a destruir las instalaciones sanitarias del sector. Seguidamente, la parcialidad visitante utilizó los escombros como proyectiles y lanzó pirotecnia hacia los socios locales que se encontraban en la tribuna baja y en una de las gargantas adyacentes a la tribuna sur. Posteriormente, se produjeron agresiones inaceptables por parte de grupos locales”, añade.
El encuentro, que tuvo disturbios dentro y fuera del estadio, derivó en una fuerte polémica entre dirigentes y referentes de ambos clubes. La Comisaría 1° de Avellaneda reportó un total de 98 detenidos, de los cuales solo uno es argentino. Desde Universidad de Chile informaron que hay 19 heridos, uno de ellos en estado reservado.
Los dirigentes afirman que “desde el primer momento, el Club activó los protocolos de seguridad, coordinó con las autoridades presentes y con la organización del torneo, y dispuso asistencia médica a los personas lesionadas en total cumplimiento del Manual Conmebol”; y señalan que “continuaremos colaborando plenamente con la investigación en curso aportando toda la evidencia disponible y nos ponemos a disposición de los heridos y damnificados”.
En ese sentido, aseguran que “el Club trabajará incansablemente para que cada responsable individual sea identificado y sancionado, solicitando la aplicación del derecho de admisión a los delincuentes disfrazados de hinchas que respondieron con violencia las agresiones de la parcialidad visitante” y anticiparon el viaje de Grindetti a la sede de la Conmebol en Paraguay.
Además, remarcaron que “para este partido trabajamos en conjunto con Conmebol, A.Pre.Vi.De, Policía Bonaerense y Carabineros de Chile poniendo a disposición de la organización un operativo que cumplía en todo con la normativa vigente y con las exigencias estipuladas para este tipo de competiciones”.
No obstante, “no alcanzó para contener la desmedida violencia desplegada anoche por quienes, lejos de los va lores que deben primar en el deporte, eligieron la agresión y pusieron en riesgo la integridad de miles de personas que fueron al estadio a alentar y disfrutar de un espectáculo deportivo”.
Grindetti y la réplica chilena
Por su parte, Grindetti desligó de responsabilidad al club de Avellaneda y apuntó directamente contra los fanáticos visitantes: “Está claro el comienzo y la continuidad del problema con un solo público. Hay 90 detenidos, que son simpatizantes de la U”.
Además, sostuvo que mantuvo contacto con la Policía de la Provincia de Buenos Aires, que le informó sobre “algunos heridos leves y un par, sin riesgos, internados acá en Avellaneda”.
Por su parte, el capitán de Universidad de Chile, Marcelo Díaz, cuestionó duramente al presidente rojo, Néstor Grindetti, tras los graves incidentes. El mediocampista calificó de “repudiables” las declaraciones del dirigente argentino, quien responsabilizó exclusivamente a los hinchas chilenos por los hechos de violencia.
Díaz, exjugador de Racing y actual referente del conjunto chileno, se expresó con dureza al arribar al aeropuerto Arturo Merino Benítez: “La declaración del presidente de Independiente es repudiable, fuera de contexto. En vez de preocuparse por la integridad humana de todos los hinchas, se preocupaba por cuestiones futbolísticas”.
El volante de 38 años lamentó la falta de seguridad en el estadio y denunció agresiones sufridas por simpatizantes de la U: “Hinchas de Independiente entraron a pegarles a nuestros hinchas que se estaban retirando del estadio y que no lo pudieron hacer”.
Para el jugador, “estamos muy preocupados por nuestra gente, que ha sido brutalmente agredida. No puede volver a ocurrir un evento deportivo con tan pocas medidas de seguridad”.
La Conmebol aún no se pronunció oficialmente sobre lo sucedido. Grindetti anticipó que defenderá la posición institucional de Independiente ante el organismo, mientras desde Chile se exige una investigación profunda sobre el operativo y las responsabilidades del club local.
Fuente: Pagina12