Javier Milei arribó ayer a Israel en lo que es su segunda visita desde que arribó a la Casa Rosada. En la primera actividad de esta nueva excursión, se trasladó de Tel Aviv a Jerusalém para rezar en el histórico Muro de los Lamentos. El presidente fue recibido por el Rabino del Muro Occidental y los Lugares Sagrados, Shmuel Rabinowitz, y por el Director General de la Fundación para la Herencia del Muro Occidental, Mordejai (Soli) Eliav.
El jefe de Estado tendrá hoy una audiencia oficial con Isaac Herzog, presidente de Israel, y luego se reunirá con el primer ministro, Benjamín Netanyahu. La agenda de Milei se extenderá durante más de tres días y tendrá actividades ligadas al pedido de liberación de los secuestrados por Hámás en la Franja de Gaza.
Previo a esto, el Presidente participó de la Conferencia de los Océanos de las Naciones Unidas que se desarrolló en Niza. Fue a modo de agradecimiento a Emmanuel Macron por haberlo apoyado en el endeudamiento con el Fondo Monetario Internacional, el mandatario asistió al foro climático, donde se saludó con visible afecto con su par galo, con quien mantiene un vínculo aceitado pese a las diferencias ideológicas.
La asistencia de Milei al evento de las Naciones Unidas, que busca apoyar la implementación del Objetivo de Desarrollo Sostenible sobre el espacio marino, sorprendió porque choca de lleno con el guión libertario, que afirma que el cuidado ambiental forma parte de una agenda socialista. En esta oportunidad, Milei tuvo que tragarse sus palabras y participar por pedido de Emmanuel Macron.
La secretaria general de la presidencia, Karina Milei, completó la delegación junto al diputado del PRO Fernando Iglesias y al canciller Gerardo Werthein.