El arzobispo de Buenos Aires, Jorge García Cuerva, expresó su preocupación por la retirada del Estado en cuestiones relacionadas con las políticas públicas y advirtió sobre las consecuencias que ello produce. En el marco de una entrevista radial, el titular de la arquidiócesis porteña vinculó la ausencia del Estado en la materia con el avance del narcotráfico, en particular en los barrios populares. “El retroceso del Estado genera que otros ocupen ese lugar, como el narcotráfico. Por eso alertamos sobre la necesidad de una mejor calidad de vida en los sectores vulnerables”, sostuvo reafirmando una apreciación que suelen reiterar la gran mayoría de los sacerdotes y agentes pastorales comprometidos en los barrios populares.
El arzobispo dijo también que “hay políticas públicas que son muy valederas, positivas, que plantean la idea de un Estado presente e inteligente en los barrios populares”. En esa línea destacó la intervención realizada por el Estado en cuestiones “ligadas a la vivienda, a las cloacas, a la educación, a los micro emprendimientos”, y replicó que “no todo fue corrupción y un desastre”.
Acerca de las denuncias sobre presuntos hechos de corrupción en la implementación de tales políticas dijo que “si realmente se considera que hubo actos de corrupción en las medidas que se tomaron con estas políticas públicas que se investigue, se denuncie, se condene. Pero, en sí mismo, son políticas positivas”.
Siguiendo con su argumentación el arzobispo insistió en destacar “algunas políticas que plantean una presencia inteligente del Estado, que garantiza que hay un articulador general, que no permite el avance de `otro Estado` que es el narcotráfico, algo que en muchos barrios está sucediendo”. Se refirió también a “los ajustes de cuentas” que “generan muertes de todos lados” y esto pasa “cuando el Estado se retira”.
El arzobispo porteño habló de su apertura al diálogo con todos los actores y, dada su condición de autoridad católica en la ciudad de Buenos Aires donde tiene asiento el gobierno nacional, dijo que él mantiene diálogo con varios funcionarios del Poder Ejecutivo, incluido el presidente Javier Milei, y también con las autoridades del gobierno que encabeza Jorge Macri en la ciudad. En ese marco surgió como ejemplo un desencuentro respecto del vallado montado en torno a la catedral católica metropolitana en la reciente marcha antifascista y LGTBIQ+ del pasado 1 de febrero. Al respecto García Cuerva afirmó que “cuando comencé el ministerio episcopal en Buenos Aires, en julio de 2023, la catedral estaba vallada de manera diaria como otros monumentos históricos. Pedí por favor que saquen las vallas porque teníamos que generar apertura y diálogo con la sociedad, aún con la diversidad”, dijo el arzobispo. Y recordó que “de hecho, se hizo la marcha del orgullo y no hubo ningún inconveniente sino que, por lo contrario, muchos de los que participaron ingresaron a la catedral a rezar y agradecieron el gesto” de que el templo permaneciera abierto.
Pero al referirse a lo sucedido con ocasión de la marcha del 1 de febrero el arzobispo hizo responsable al gobierno de la ciudad por la instalación de las vallas en esa oportunidad, dijo que se desatendió el pedido de la Iglesia en ese sentido, señaló directamente al gobierno de Jorge Macri y desvinculó de la medida a la Ministra de Seguridad Nacional. “En esta última ocasión no fue el Gobierno nacional. Lo conversé con Patricia Bullrich y ella entendió que con el diálogo que tenemos con el colectivo LGBT no había necesidad. Insistimos en que no iba a pasar nada. Fue el Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires. Les pedí que las saquen por favor y… ¡oh, sorpresa!… a la mañana del sábado nos encontramos con las vallas colocadas. Por eso sacamos ese comunicado, porque pedimos que las saquen y nos dijeron que no lo iban a hacer”, agregó.
Consultado sobre la salud del papa Francisco el arzobispo García Cuerva insistió en que él y los obispos argentinos no tienen una información diferente a la que se difunde por los canales oficiales de la Santa Sede a través de los partes médicos del equipo que asiste al pontífice. Recordó que, tal como se señaló en el último informe oficial distribuido en la clínica Gemelli de Roma, Francisco pasó “una buena noche” y que continúa, en la medida de sus posibilidades, con sus actividades al frente de la Iglesia Católica.
Resaltó el arzobispo porteño un reciente documento difundido por la Santa Sede en el que Bergoglio insiste en denunciar “las injusticias y la guerra”. Admitió que Francisco “es un profeta” y puede ser considerado como una “contrafigura que insiste en la cultura del encuentro frente a la cultura de la indiferencia, porque tiene una propuesta revolucionaria en un mundo que va para otro lado”. Según García Cuerva desde que asumió su pontificado en 2013 Francisco es “una voz profética”. Y recordó el arzobispo que, en un documento difundido el pasado fin de semana, el pontífice volvió a referirse a la “policrisis” que atraviesa el mundo y que se caracteriza por el enfrentamiento constante, señalando también que desde su lugar de internación el papa reiteró que la guerra le resulta, además de injusta, “absurda y ridícula”.
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