Karina Milei y Cristina Kichner. El cierre de listas dejó al descubierto que las damas de hierro de la política argentina, en las antípodas, se adueñaron de las lapiceras. Sus armados, comandados desde su impronta personal, chocarán en octubre, ahora con los nombres definidos.
La elección tendrá también opciones de centro, que buscan alumbrar alternativas de largo plazo para escapar de la polarización entre el peronismo y los libertarios. Pero, a priori, se espera una elección donde el eje estará centrado en la pulseada entre los Milei y el PJ, dominado por la expresidenta. Esta será la pelea estelar en buena parte del país, incluida la provincia de Buenos Aires, que concentra más del 30% del padrón.
El cierre de candidaturas dejó en claro que La Libertad Avanza (LLA) apuesta fuerte a octubre. No solo por haber puesto a dos ministros en la cancha, funcionarios claves para Javier Milei, como Patricia Bullrich o Luis Petri, sino también porque logró llevar el violeta a cada distrito. Ese color predominará en las listas y todas las cabezas serán de corte libertario, incluso en los pagos en los que buscó alianzas con los gobernadores. Donde no tenía un “puro”, lo tiñó al instante. Un caso: el mismo Petri, quien firmó su postulación a diputado y en paralelo abrochó el pase de la UCR a La Libertad Avanza, en términos de filiación partidaria. No hay tonos cromáticos ni posiciones intermedias en el universo de la secretaria general de la Presidencia.
En otras latitudes, la mano de Karina Milei se impuso y colocó los dos postulantes en el Senado en distritos donde gobiernan jefes locales aliados, como en Entre Ríos o la Ciudad de Buenos Aires, dejando a Rogelio Frigerio y Jorge Macri con lugares solo en Diputados. Primó la estrategia de Martín y Lule Menem, de competir en todas las provincias con dirigentes del riñón libertario. Dejó afuera a muchos de los que coqueteaban con ser abrazados por los Milei. El caso más resonante, el del radical cordobés Rodrigo de Loredo, quien se despachó con un video en el que, apelando a la emotividad telúrica, explicó que no se uniría “a cualquier precio” a la ruleta libertaria. En esa provincia, tampoco Luis Juez tuvo lugares en las listas. De los radicales “peluca” solo el neuquino Pablo Cervi fue correspondido. También decidió anotarse por fuera Ricardo Bussi en Tucumán, tras ser desplazado de la galaxia violeta.
En esa configuración de extracción 100% mileísta, en varios distritos LLA arriesgará posiciones con ilustres desconocidos, un test para saber si la marca tiene arrastre sin el apellido Milei en la boleta y sin otros reemplazos de fuste. En algunos casos, por falta de dirigentes. En otros, para no exponer a funcionarios a una derrota, como por ejemplo Lisandro Catalán, vicejefe de gabinete, que decidió no postularse en Tucumán.
En la provincia de Buenos Aires, apenas tres nombres “entrables” del PRO. Mano dura de Karina con Mauricio Macri, a quien no solo le dieron lugares en el furgón de la nómina para la Cámara baja, sino que hasta hubo veto a Jimena de la Torre. Aceptó el expresidente, y el séptimo lugar fue para Antonela Giampieri, secretaria parlamentaria del bloque PRO en la Legislatura porteña y asesora de Darío Nieto.
Prevaleció el kirchnerismo
Cristina Kirchner hizo pesar su opinión en provincia de Buenos Aires, en CABA, en Santa Fe y otros distritos. Axel Kicillof quedó al margen, abocado a la campaña bonaerense y de hecho no se hizo cargo de Jorge Taiana como cabeza de lista. Elucubran en su entorno que hacerlo pasar por soldado suyo fue una táctica para retacearle lugares y, tal vez, cargarle responsabilidades de una derrota. Apenas dos lugares entre los quince para el gobernador, Hugo Moyano (hijo) y Hugo Yasky, de la CGT y la CTA. En la zona intermedia hubo amplio dominio K en las listas, como era de esperar.
En La Plata mencionaban que Kicillof ya había conseguido su propósito: sentarse en la mesa de negociación, tener apoderados para probar las nóminas finales y colocar cabezas para los comicios desdoblados de septiembre. No obstante, el sábado el humor no era el mejor. Sergio Massa se autoexcluyó en lo personal para evitar el golpe fácil de Milei en la campaña, pero logró colocar el segundo lugar para María Jimena López, así como a otros dos “entrables”: Sebastián Galmarini y Marina Salzman.
En la Ciudad, el presidente del PJ local, Mariano Recalde, de La Cámpora, tuvo el control de las listas para octubre, luego de que el peronismo no kirchnerista tuviera preponderancia en la contienda local de mayo. Juan Grabois, que tensionó el cierre de alianzas al no inscribir a su partido Patria Grande en el frente de Fuerza Patria, va tercero en Provincia y en Ciudad un dirigente suyo, Itaí Hagman, lidera la ristra de diputados.
Cristina también intercedió en Santa Fe, que tuvo réplicas de la interna bonaerense y casi estalla por el aire. La salida del laberinto fue por arriba: encabeza Caren Tepp, de Ciudad Futura (espacio que comanda el rosarino Juan Monteverde), seguida por un histórico como Agustín Rossi.
En tanto, el cierre de listas llevó a la fractura el peronismo salteño, que irá partido en tres. Para senadores se postula Juan Manuel Urtubey por Fuerza Patria, con venia de la expresidenta. Competirá contra Sergio Leavy por el Partido de la Victoria y Flavia Royón por el espacio del gobernador Gustavo Sáenz. División a pedir de LLA, que postula a Emilia Orozco para la Cámara alta.
La demostración de poder de Cristina, no obstante, no está exenta de rebeliones a futuro. Los acuerdos de unidad en las listas son apenas coyunturales. Resta la tarea más ardua, como es reconstruir un proyecto colectivo, con una renovación dirigencial, programática y autocrítica.
Poco se habló de la marca “Defendamos”, que aparece en varios distritos. Es la otra variante del peronismo que no adoptó el nombre de Fuerza Patria. En algunos casos asoma con el dominio del gobernador, como en La Pampa o La Rioja. En otro para competir contra Fuerza Patria, como en Córdoba o Tierra del Fuego.
Romper la grieta
Provincias Unidas, de los gobernadores no peronistas y no alineados, los “no-no”, se inscribió en una serie de distritos, en muchos de ellos con la UCR adentro. Una apuesta a 2027 y a diagramar agendas parlamentarias comunes. Los mandatarios fundadores podrán hacer valer el sello y ganar en sus distritos: es favorito en Santa Fe, Córdoba, Chubut, Jujuy y Santa Cruz. Buscarán pintar el mapa de otro color que no será celeste ni violeta y dejar pavimentado el camino para saltear la nueva grieta.
Jugarán vicegobernadores como Gisela Scaglia en Santa Fe, Gustavo Menna en Chubut, un peso pesado como Juan Schiaretti en Córdoba. El sello se expandió a Buenos Aires con Florencio Randazzo al tope de la ristra. Nombres fuertes para instalar el sello y poner el auto en la pista para tenerlo preparado para correr en dos años.
También los provincialismos de Misiones, Santiago del Estero, Neuquén o Río Negro lideran encuestas en sus pagos. Aparecen exgobernadores como Oscar Herrera Ahuad o Gerardo Zamora, quienes se anotan para blindar el pago chico y llegar al senado.
Fuenye: Ambito