La imagen muestra con claridad a un pibe de contextura pequeña, que es demorado por un policía y un agente de tránsito. De repente aparece un hombre robusto, visiblemente alterado, que estrecha la mano del policía y sin mediar palabra le pega un sopapo al menor inmovilizado. Segundos más tarde, otro golpe le hace estrellar la cabeza contra la pared. Recién después del tercer golpe, cuando se acercan otros policías y el pibe está en el piso, termina la agresión. El episodio que filmó un encargado de edificio ocurrió el 17 de octubre en el barrio de Palermo y el protagonista es el entonces subsecretario de Seguridad del Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires, Diego Kravetz, quién asumirá el segundo lugar del escalafón de la Secretaría de Inteligencia del Estado (SIDE), todo un reconocimiento por parte del gobierno que por estos días toma exámenes de idoneidad a miles de empleados públicos.
El video fue difundido enmarcando los puñetazos de Kravetz –quien además de ser funcionario, mayor de edad y de contextura grande es cinturón negro de karate– como la presunta respuesta a “un delincuente que intentó robarle a su hijo”. Un día después, desmintió esa hipótesis el trabajador que filmó la agresión, quien contó que desde la Defensoría del Pueblo le pidieron la grabación porque la madre del menor radicó la denuncia por los apremios ilegales.
“Yo vi cuando vino un patrullero y le pidió la documentación al chico. Tenía el DNI, pero no tenía el celular” presuntamente robado, contó. “En ese momento, un agente llamó al funcionario, que vino desde la calle Cabello y le pegó una cachetada al menor de edad sin mediar palabra”, relató. “Después se hizo la denuncia y el hijo del funcionario declaró que no era el chico que le robó el celular. El chico estaba deambulando por acá porque tenía turno a primera hora de la mañana en el Hospital Fernández”, precisó.
Una causa estancada
El expediente contra Kravetz se encuentra en la Fiscalía Penal, Contravencional y de Faltas 39 de la Ciudad de Buenos Aires, a cargo de Hernán Biglino, especializada en delitos de funcionarios públicos. Sin embargo, la causa identificada como Legajo MPF 1078298 y caratulada bajo “D.K. Art. 248”, en referencia al abuso de autoridad, se encuentra paralizada. Un expediente en el que por el supuesto robo no intervino la justicia nacional ni la de la Ciudad, sino que fue derivado a tribunales federales.
“Llamativamente, la denuncia por este hecho ‘cayó’ en la Fiscalía PCyF 39 ‘especializada en delitos de funcionario públicos’, una estructura inventada por (el titular del Ministerio Público Fiscal porteño, Juan Bautista) Mahiques –tertulio de Lago Escondido– para garantizarse entre ellos impunidad y secretismo”, escribió ayer el dirigente social Juan Grabois. “Tanto es así que la causa fue caratulada con las iniciales de Diego Kravetz como si fuera un menor de edad”, añadió. Destacó también que “existe una causa penal contra Kravetz porque el defensor oficial de la víctima de los apremios tuvo las pelotas de hacerlo”.
En su declaración testimonial, Kravetz contó que su hijo llegó alterado porque dos hombres habían intentado robarle el celular y que salió a buscarlos. En la esquina del hecho relatado vio a dos personas que coincidían con las características que había descripto su hijo. Dijo que “al intentar detenerlos” salieron corriendo, y en plena persecución vio un móvil policial en Salguero y Cabello, con uno de los sospechosos demorados. Allí se entrevistó con el subcomisario Juan Salomón, quien encabezaba el operativo. De los cachetazos, ni una palabra. El segundo sospechoso fue detenido en Libertador y Coronel Díaz, y resultó ser un menor, informó Kravetz.
Llegada a la SIDE
El episodio se conoció luego de que el vocero Manuel Adorni, el martes por la noche, anunciara de apuro en su cuenta personal en X que “Diego Kravetz será el Subsecretario de Inteligencia del Estado, el número 2 de Sergio Neiffert”, un nuevo capítulo de la guerra solapada entre Mauricio Macri y el entorno de Javier Milei, sobre el que informó Página/12.
La designación no apareció en los días siguientes en el Boletín Oficial, posiblemente porque el cargo que pretenden asignarle (“coordinar las operaciones de las cuatro agencias de inteligencia” en las que la gestión libertaria dividió a la SIDE) dejó de existir en el organigrama de la central cuando el Ejecutivo la reformó por decreto, explicó ante la consulta de Página/12 el diputado Leopoldo Moreau. “Es una situación anómala, el vocero anunció la designación en un cargo que no existe formalmente en la estructura orgánica del Estado”, señaló.
Integrante de la Comisión Bicameral de Fiscalización de los Organismos y Actividades de Inteligencia, Moreau adelantó que “si se confirma la pretensión de designar” a Kravetz en la SIDE, los miembros de Unión por la Patria en esa comisión “vamos a pedir que la Justicia nos remita el expediente” en el que se lo investiga por abuso de autoridad e incumplimiento de deberes de funcionario público.
“Precisamente nuestra misión es fiscalizar y controlar a los organismos de inteligencia, que incluye también el comportamiento ajustado a derecho de quienes tienen, nada más y nada menos, que la responsabilidad de custodiar los derechos y garantías de los ciudadanos, de modo que no sean vulnerados por poderes del Estado ni por ningún otro poder”.
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