Seguro que a muchos les suena familiar la pegadiza música de este Mundial de Clubes. Están en lo cierto. El famoso “na-na-na-na-na-na-na-na-na-na-na-na” es parte de una canción que tiene una historia propia y una existencia que la hará cumplir el año próximo tres décadas. Y también tiene su propio arraigo en la cultura del fútbol, esa que hizo seguramente que la eligieran para este torneo que se está desarrollando en Estados Unidos.
Todo comenzó en 1996, cuando salió a la luz «Freed From Desire» (“Liberado Del Deseo”), una canción compuesta por la artista italiana Gala Rizzatto que inmediatamente se volvió un hit en Europa. El fútbol, sin embargo, se la apropió un tiempo después. Tendrían que ponerse de acuerdo entre las hinchadas para ver quién la adaptó primero -hay versiones que van del Bohemian FC irlandés al Newcastle inglés, entre otros equipos que la cantaron-, pero lo cierto es que hace nueve años, en mayo de 2016, un fanático del Wigan Athletic FC inglés fue el más valiente de todos: Sean Kennedy se animó a cantar su versión sobre la pista original con una pandereta en mano y luego la subió a Youtube.
Quizás fue el hecho de inmortalizarla en las redes sociales, allí donde quedó asentada la nueva letra para quien quisiera aprenderla y cantarla, lo que convirtió a esa versión en la definitiva, la más recordada por todos. Tal vez fue la actuación futbolística del destinatario de la canción, el adorado delantero norirlandés Will Grigg, lo que hizo explotar la canción en las tribunas: en la temporada 2015-2016 de la League One, la tercera división del fútbol inglés, el atacante marcó 25 goles que fueron claves para la consagración del equipo en la categoría y el ascenso al Championship, la segunda división. Otro de los factores, claro está, es estrictamente musical: el ritmo y la melodía compuestas por la artista italiana, que estallan en potencia durante el estribillo adaptado, vuelven irresistible la posibilidad de sumarse al coro de fanáticos y fanáticas cantando “Will Grigg’s on fire, your defense is terrified” (“Will Grigg está hecho un fuego, tu defensa está aterrorizada”). Y eso, justamente, es lo que sucedió.
Un mes después de la finalización del torneo en Inglaterra, comenzó aquel año la Eurocopa 2016, en la que la Selección de Irlanda del Norte hacía su primera aparición. En el plantel citado estaba Will Grigg y, ni lentos ni perezosos, los fanáticos de fútbol de su país decidieron hacer su propia versión de la canción del Wigan, a propósito de la competición europea, conservando la icónica estrofa tan pegadiza.
El resultado fue mucho más lejos de lo esperado: el cantito se volvió el himno popular de aquella Euro, entonado incluso por las aficiones de otros países y hasta por los rivales de Irlanda del Norte. Y con una contradicción, de esas que caracterizan al folclore del fútbol: en aquella competición, el delantero del Wigan no fue titular ni un minuto, y sin embargo su nombre fue el más coreado en todas las canchas. Aquella paradoja, justamente, es el atractivo que más celebró Rizzatto, consultada sobre el hit del fútbol de ese momento. “Si piensas en Will Grigg específicamente, es gracioso porque no es el favorito. Me hizo pensar: ‘Dios, no le pudo haber pasado a un jugador mejor’. No empezó con Lionel Messi, ¡empezó con el que no era favorito!”, le contó el año pasado la artista italiana a The Guardian.
“La canción en sí nunca me molestó”, le reveló Grigg al medio alemán Spox en 2021, durante una entrevista, años después de aquel torneo que lo tuvo como protagonista afuera de las canchas pero no adentro. “Lo que me molestaba era que algunas personas solo me relacionaran con ella y no con mis goles. La canción no existe porque ‘Will Grigg’ encaja bien con el ritmo, sino porque marqué 25 goles con el Wigan. Todo el mundo en Inglaterra e Irlanda del Norte lo sabía, pero no en la Eurocopa”, explicó entonces el delantero, quien además se sinceró sobre lo que sintió en aquel torneo: “La Eurocopa fue, sin duda, la mayor decepción de mi carrera y así la recordaré el resto de mi vida“.
El futbolista, sin embargo, rescató en aquella entrevista una linda escena vivida gracias a la canción: “Me acuerdo del calentamiento antes del tercer partido de la fase de grupos contra Alemania. Todavía recuerdo claramente que «Will Grigg’s On Fire» sonaba en todo el estadio, la letra se mostraba en las dos pantallas y ambos grupos de aficionados cantaban. Todos conocían la canción y sabían quién era yo. Fue una sensación muy especial para un jugador de la League One como yo”.
En la previa de aquel encuentro, durante una conferencia de prensa, un periodista incluso le preguntó al defensor Mats Hummels, una de las estrellas de aquel seleccionado alemán, si la defensa germana estaba aterrorizada, como decía el cantito de los norirlandeses. “Me encanta la canción. Me gustaría decir que sí, que nuestra defensa está aterrorizada, pero no puedo. He oído hablar del fenómeno, incluso de esa llamada a los bomberos. ¡Y me encanta esta historia! Le diré mañana de cambiar camisetas, pero creo que mis compañeros tienen la misma idea que yo: espero que no nos marque un gol, pero soy un fan suyo y de su historia“, declaró en ese momento, con una sonrisa, el jugador alemán.
Dos años después de aquella Eurocopa, todavía en Wigan, Will Grigg se dio el lujo de ser el protagonista de otra hazaña futbolística, luego de aquellos tantos fundamentales para el ascenso en 2016: convirtió el 1-0 con el cual su equipo, que entonces había descendido a la tercera división inglesa, eliminó al Manchester City de Pep Guardiola y el “Kun” Agüero de la FA Cup, cuando se jugaba la quinta ronda del histórico torneo inglés.
Grigg, hoy de 33 años, jugó para el Chesterfield FC -de la cuarta categoría del fútbol inglés- durante la última temporada. La italiana Gala, por su parte, colaboró con la FIFA para “convertir «Freed from Desire», un tema icónico de la cultura futbolística, en la firma sonora del torneo”, según anunció la entidad madre del fútbol mundial el año pasado. La artista volvió a grabar su tema en 2024 con motivos económicos -tras revelar que había firmado un contrato muy malo con la discográfica original- y también al ver que “la gente trajo de vuelta la canción“, según le contó feliz al diario The Independent. ”La intención de la canción era liberarse, ir contra el sistema, inspirar a la gente y unirla -le confió al medio británico-. Yo fui hija única, siempre sola, y quería unir a todos: quería una comunidad. Ahora, ver que esta canción logra precisamente eso… En marchas de mujeres, LGBTQ, en el deporte… Une a todos. Es la materialización de mi deseo de unidad“.
Tal vez, Grigg ya pueda recordar con más cariño aquella Eurocopa en la que las tribunas eternizaron su nombre por siempre y, quizás, Gala ya esté percibiendo más regalías por el éxito de su creación. Lo que es seguro es que el fútbol, en este Mundial de Clubes, volvió a abrazar una canción que le pertenece desde hace varios años, que quizás hasta había olvidado, pero que ahora le enseña -música, letra e historia- a los nuevos fans. Y na-na-na-na-na-na-na-na-na-na-na-na…