La city descuenta un triunfo electoral de La Libertad Avanza en octubre, pero anticipa ajustes en el frente cambiario y monetario


Las apuestas por un triunfo del oficialismo en las elecciones legislativas de octubre se consolidan en la city al calor de las últimas encuestas. Sin embargo, incluso entre los operadores más optimistas persiste una advertencia: el actual rumbo económico despierta dudas sobre su sostenibilidad y enfrenta fuertes desafíos en el frente cambiario y monetario.

En el mercado estiman que un resultado cercano al 40% para el oficialismo, como anticipan los últimos sondeos, otorgaría mayor calma económica a un Gobierno que busca ampliar su bancada en Diputados para bloquear cualquier iniciativa que ponga en riesgo el “innegociable” equilibrio fiscal.

Al respecto, el Head Research de Criteria, Gustavo Araujo, señaló que el Ejecutivo demostró que está “dispuesto a jugar fuerte” y con “mucha discrecionalidad” a la hora de enviar una señal clara a los bancos en su intención de no permitir que el dólar toque la parte superior de la banda cambiaria.

En esta etapa preelectoral, la administración de Javier Milei se muestra comprometida a mantener a raya el tipo de cambio, en un intento por evitar una escalada inflacionaria y caídas del salario real previo a los comicios, aun cuando eso implique resignar consumo y frenar el nivel de actividad, que crecería 5,5% este año, según estimaciones del Fondo Monetario Internacional (FMI).

Desde Dracma Investments indicaron a Ámbito que las encuestas parecen indicar que el resultado será “medianamente bueno” para el Gobierno, y que parece poco probable que exista un salto en el tipo de cambio de no darse un viraje tendencia en los relevos de intención de voto.

Las tasas de interés acaparan las miradas del mercado

En los últimos días, las tasas de interés volvieron a ocupar el centro de la escena y se consolidaron como un termómetro clave del pulso económico. El movimiento se dio tras el desarme de las LEFIs, que hasta el 10 de julio habían funcionado como principal herramienta para absorber liquidez del sistema bancario. Su final marcó la salida definitiva de los pasivos remunerados del Banco Central (BCRA) y la transición hacia un esquema monetario basado en el control de agregados y en tasas determinadas de forma endógena.

En las últimas ruedas, las tasas de cauciones a un día mostraron una volatilidad extrema: tras la licitación de urgencia del lunes convocada por el Ministerio de Economía cerraron en apenas 1,7% TNA, mientras que el pasado miércoles treparon hasta el 150% TNA, para cerrar en el 70% anual. El brusco movimiento refleja el impacto del nuevo esquema de cumplimiento de encajes dispuesto por el BCRA.

Nodos

La volatilidad se disparó a partir del desarme de las LEFIs.

Gráfico: Criteria

Esta medida implica que si los bancos reciben pesos al final del día y no los pueden colocar de inmediato, estos quedan sin rendimientos, ya que esos pesos “sobrantes” no cuentan para el encaje y no generan interés. Así, dejan de tomar depósitos o fondos a una determinada hora y los pesos que siguen dando vueltas en el mercado buscan dónde ir, sin nadie que los tome, algo que genera un exceso de liquidez momentáneo y una distorsión de tasas.

El nuevo equilibrio de tasas y el tipo de cambio

Desde Criteria también señalaron que desde la salida de las LEFIs, el mercado se encuentra en la búsqueda de un nivel de tasa que equilibre la oferta y la demanda en este nuevo escenario, mientras el Gobierno implementa medidas destinadas a recomponer la liquidez del sistema, con algunas medidas que no cayeron en gracia entre las entidades del sistema financiero.

Por otro lado, más allá de los “avales” con los que el Gobierno entró al segundo semestre del año, como la desaceleración de la inflación o cierta recuperación de confianza en la administración, todo parece indicar que la volatilidad y los niveles promedio de las tasas reales actuales del 30% -producto de la propia búsqueda de equilibrio por parte del mercado- necesitarán de una corrección y estabilización poselectoral por ser insostenibles en el tiempo y ubicarse muy por encima de la región.

Asimismo, si bien el Gobierno está abocado a contener el dólar (y por extensión a la inflación), en el mercado coinciden en que el tipo de cambio se encuentra por debajo de punto de equilibrio que permita crear las condiciones necesarias para una mejora sostenida de los fundamentos económicos, por lo que el entramado se vuelve más complejo.

En esa línea, el director de Asset Management de Criteria, Nicolás Max, cree que tras los comicios la administración de Milei “podría tolerar que el dólar se acomode en un nivel más alto”, algo que, a priori, daría margen para una baja de tasas en el mercado.

En agosto, el Índice de Tipo de Cambio Real Multilateral (ITCRM) se ubica hasta el momento en 95,02 puntos, un nivel muy similar al que lo hacía en febrero de 2018. Si bien esto supone un mejor escenario para la competitividad argentina contra el piso de 79,70 de enero, los economistas advierten que se trata de una mejora “parcial”, todavía lejana a un tipo de cambio “más saludable” para la economía.

En ese sentido, de cara a la “primera prueba” que tendrá lugar el 7 de septiembre con las elecciones legislativas en la Provincia de Buenos Aires, si bien el oficialismo llega con algunos buenos datos en materia macroeconómica bajo el brazo, restará ver si eso es suficiente para reflejar en las urnas un buen resultado electoral o si el estancamiento del consumo pesará más para el electorado.


Fuente: Ambito

📻 RADIO NEW MASTER GOBERNADOR VIRASORO, CORRIENTES