Tras meses de litigio, la Corte Suprema de Justicia de la Nación resolvió ayer que la causa iniciada por el expresidente Alberto Fernández contra su expareja Fabiola Yañez por la presunta violación de secreto debe tramitarse en la justicia nacional ordinaria. En agosto del año pasado, exmandatario denunciado por violencia de género responsabilizó a Yañez por la “filtración de datos” y por haber hecho circular material de índole privada en medios de comunicación y redes sociales, a través de terceros.
En su denuncia, Fernández había planteado que Yañez accedió al contenido de un celular que él le había dado a su hijo Francisco, de dos años, para que mirara videos y escuchara música, y que de allí accedió al material que luego filtró, como las dos filmaciones con la periodista Tamara Pettinato en su despacho de Casa Rosada.
La presentación de Fernández fue radicada en la Justicia federal y, por sorteo, recayó en el juzgado federal 9, que estaba en ese entonces a cargo de María Eugenia Capuchetti. La jueza rechazó un pedido de Fernández para que se le ordenara a los medios de comunicación que “se abstengan de reproducir, mencionar y/o cualquier otra conducta que implique la invasión a mi privacidad e involucre a mujeres”. Más tarde, Capuchetti se declaró incompetente y remitió el caso al fuero en lo criminal y correccional, y el sorteo determinó que el expediente recayera en el Tribunal Oral 4.
Después, la Procuración General dictaminó que correspondía la intervención de la justicia nacional ordinaria, es decir, el TOC 4, y no en la Justicia Federal. Finalmente, la Corte Suprema coincidió en el planteo y falló en consecuencia, con los votos de su presidente, Horacio Rosatti, y los jueces Carlos Rosenkrantz y Ricardo Lorenzetti. Rosatti y Lorenzetti se basaron en el precedente “Mármol”, mientras que Carlos Rosenkrantz citó los fallos “Benítez” y “FMP 95/2018” para fundar su decisión, que le da continuidad al proceso en el fuero correspondiente a delitos comunes.
La hipótesis es que Yañez pudo obtener a través de ese dispositivo el material que el expresidente guardaba en la nube. “Se lo di a mi hijo, un nene de dos años de edad que no puede comprender la forma de acceder a esta información privada y mucho menos difundirla”, dijo en su descargo y apuntó contra su exesposa y denunciante.
Por eso, afirmó: “Acuso a su madre, una persona adulta y con pleno conocimiento para acceder a mi información privada y que hemos visto desfilando mediáticamente en forma profusa”, de extraer “información privada de mi persona y de terceros ajenos al proceso”.
En su planteo, Alberto Fernández habló de “violación de secreto y su difusión, como así también del acceso ilegítimo a mi nube de Google”. Se refirió también a la “enorme filtración de datos de la causa en los medios de comunicación masiva” y al “escarnio público” del cual es protagonista desde que se conocieron los testimonios de Yañez sobre insultos, violencia física y verbal, y hostigamiento.