Millones en criptomonedas podrían perderse para siempre tras la muerte de Mircea Popescu, el inversor que marcó el pulso del mundo cripto.

Millones de dólares en criptomonedas pueden evaporarse en cuestión de segundos, no por una caída del mercado, sino por el olvido de una contraseña. En el universo cripto, perder una clave de acceso puede significar el fin de una fortuna.
Ese escenario sombrío es el que dejó Mircea Popescu, un inversor que cayó de forma abrupta en las aguas de Costa Rica, dejando atrás una riqueza digital incalculable.
No pasó desapercibido: el rol de Mircea Popescu en el mundo de las criptomonedas
Mircea Popescu no fue un personaje marginal en el ecosistema Bitcoin. Desde 2012, se metió de lleno en el juego cripto y se transformó en uno de los primeros grandes inversores del rubro. Fundó MPEx, una de las primeras plataformas de intercambio de activos digitales, y su figura creció rápidamente dentro del universo descentralizado.
Provocador, contradictorio y fiel a su estilo, usó su blog “Trilema” para publicar opiniones incendiarias. Desde ese espacio, cuestionó sin filtro a los desarrolladores de Bitcoin y atacó a quienes buscaban regular el ecosistema. Su estilo verbal lo llevó a ser conocido como “el padre de la toxicidad de Bitcoin”, título que muchos aceptaron con resignación.
Su influencia no se limitó a los foros digitales. Popescu empujó una visión libertaria extrema sobre el valor y la soberanía financiera. Para él, Bitcoin no necesitaba justificación ni permiso estatal. Simplemente existía para cambiar la estructura del poder económico mundial.
Ese enfoque radical lo posicionó como una figura polarizante. Lo respetaban como pionero, pero también lo criticaban por sus posturas excluyentes y su lenguaje agresivo. En cualquier caso, marcó una época.
Una billetera llena de millones: cuál era la fortuna de Popescu y qué sucederá con su dinero
Las estimaciones más conservadoras calculan que Mircea Popescu controlaba entre 1 y 2 millones de bitcoins. Al valor actual del mercado, eso equivale a más de 2.000 millones de dólares. Pero hay un problema mayúsculo: nadie conoce las claves para acceder a ese capital.
Popescu no tenía herederos conocidos ni dejó instrucciones claras sobre su patrimonio. Si no preparó un mecanismo de sucesión, su fortuna podría quedar congelada para siempre. Eso no solo impactaría en su legado, sino también en la liquidez del mercado cripto, que podría perder un volumen significativo de activos para siempre.
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Ambito