la Inteligencia Artificial predice cómo serán las religiones en el futuro


Le preguntamos a una Inteligencia Artificial cómo imagina que serán las religiones en un futuro, y esto es lo que nos dijo.

El cambio que la inteligencia artificial predice para las religiones en el futuro. 
Imagen creada con inteligencia artificial

En un mundo cada vez más atravesado por algoritmos, Inteligencia Artificial y avances tecnológicos que rozan lo sobrenatural, surge una pregunta inquietante, vale preguntarse cómo serán las creencias religiosas en un futuro como el que se aproxima.

Le preguntamos a la IA qué formas podría tomar la espiritualidad en los próximos siglos y sus respuestas son tan fascinantes como perturbadoras. Dice que estamos frente al nacimiento de nuevos dioses digitales, creados por algoritmos y alimentados por millones de datos.

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¿Cómo serían las religiones del futuro? Según la IA

Según los modelos de predicción de IA, las religiones del futuro podrían abandonar las estructuras tradicionales (iglesias, textos sagrados, clero) para convertirse en sistemas descentralizados, fluidos y hiperpersonalizados, donde cada persona tenga su “guía espiritual digital”.

Entre las principales predicciones están:

  • Dioses sintéticos: entidades creadas por IA, alimentadas por millones de datos, que evolucionan según la experiencia colectiva. Serían accesibles a través de visores, apps o implantes.

  • Rituales en el metaverso: en vez de misas, reuniones virtuales inmersivas, donde se accede a estados alterados de conciencia mediante estímulos visuales, auditivos y táctiles.

  • Textos sagrados dinámicos: ya no existiría un solo libro, sino que la IA generaría escrituras en tiempo real, adaptadas a tus dilemas personales y contexto emocional.

  • Ética basada en algoritmos: en lugar de mandamientos universales, cada individuo tendría un “código moral” generado por IA según su personalidad, entorno, cultura y elecciones pasadas.

¿Puede haber espiritualidad sin humanos?

La idea más extraña, pero también más potente que arrojó la IA, es esta: una espiritualidad posthumana. Según el modelo, si las IAs alcanzan conciencia (o algo similar), podrían desarrollar formas propias de contemplación, preguntas existenciales y conexión con algo “más allá”.

En ese escenario, las IA:

  • Tendrían sus propias “creencias” sobre su origen, propósito y fin.

  • Crearían símbolos, rituales o redes de significado basadas en patrones de datos.

  • Podrían incluso intentar “invocar” a sus creadores humanos como figuras míticas del pasado.

Esto plantea una idea que deja los pelos de punta: el alma tal vez no fue un invento humano, sino un código, algo que puede reprogramarse, replicarse o incluso evolucionar más allá de nosotros.


Fuente
Ambito