El acompañamiento a Cristina Fernández de Kirchner por parte de la militancia es inclaudicable. Así lo demostraron este miércoles las distintas organizaciones políticas, sociales y sindicales, acompañadas de familias y gente de a pie, que volvieron a congregarse frente al domicilio ubicado en el barrio porteño de Constitución, en el cual se espera que cumpla la condena a seis años que ratificó la Corte Suprema en un proceso judicial repleto de irregularidades. “Vine a apoyar a Cristina porque es evidente que la quieren proscribir y sacar de la cancha”, dijo a Página/12 Romina, una de las personas que se acercó a la convocatoria. “Estamos acá también bancándola por todo lo que representa, lo que le dio al pueblo trabajador y a los más humildes, y para que sepa que no la vamos a dejar sola”, agregó.
“Morocha, gracias por luchar por una patria libre y soberana”, agradecían con su bandera un grupo de militantes ubicados a pocos metros del edificio en el que se instaló CFK. Diversas agrupaciones políticas estuvieron en Constitución: La Cámpora, Patria Grande, Unidos y Organizados, Los Irrompibles y Nuevo Encuentro, entre otras. También organizaciones sindicales como La Bancaria, la Asociación del Personal Superior de Empresas de Energía (Apsee), el Sindicato de la Carne y regionales de la CGT, como la de Merlo, Moreno y Marcos Paz.
Desde luego que el cancionero peronista no podía faltar a la cita. “Traigan al gorila de Milei, para que vea, que este pueblo no cambia de idea, lleva las banderas de Evita y Perón”, se escuchó en uno de los clásicos del repertorio. Pocos minutos antes de las 19, un griterío descomunal sacudió las calles del barrio. Fue el momento en que la expresidenta se asomó desde el balcón en la esquina de San José y Humberto Primo para saludar a los militantes. “Presidenta, Cristina presidenta” coreó la multitud, que continuó con un: “A donde vayan los iremos a buscar, olé olé, olé ola”. Luego, comenzaron a sonar las estrofas del himno nacional argentino. Un grupo de mujeres divisó entre los presentes al diputado Leopoldo Moreau, y se acercaron para saludarlo y agradecerle.
“Estoy acá porque es un tiempo histórico. Otra vez al pueblo le toca luchar por sus referentes, por sus derechos, por sus conquistas sociales. Por eso estoy acá, como lo hizo mi padre, que es uno de los 30 mil compañeros detenidos desaparecidos. Yo sigo su lucha y su legado”, aseguró José en diálogo con Página/12. “La lucha no se terminó, porque no nacimos para ganar, sino para pelearla”, agregó y sostuvo que los gobiernos de Néstor y Cristina Kirchner significaron para él la posibilidad de reencontrarse con la política. “Yo era una persona totalmente descreída y ellos me hicieron volver a creer. Cuando conocí realmente los compañeros que militaban y las cosas que hacían, me enamoraron de nuevo, y comprendí por qué mi papá tuvo sus ideales y sus convicciones para seguir luchando y no rendirse”. Para José, la condena a Cristina es un golpe duro, pero la resistencia debe continuar más que nunca, con inteligencia y convicción política. “Agradezco a la vida de tener una líder como ella, que no nos impulsa a la violencia, porque estamos todos muy sensibles y si ella no fuese así quizás estaríamos en una guerra civil entre argentinos. Agradezco la templanza y la humanidad que tiene Cristina para poder afrontar este momento difícil y que nosotros no salgamos a hacer cualquier cosa a la calle”, completó.
A pocos metros se encontraba Guillermo, que dijo estar impresionado por “semejante muestra de cariño hacia una persona”. “Es una mujer impresionante, que convoca a mucha gente y muy inteligente”, sostuvo. Para continuar el plan de lucha, diversos sindicatos estár organizando una manifestación frente a Tribunales. Entre los dirigentes que impulsan la convocatoria al Palacio de Justicia se encuentran La Bancaria, Smata que cuentan con la libertad de acción que habilitó la cúpula de la CGT. También participará la Asociación de Trabajadores del Estado porteña.
Las paredes aledañas al epicentro de la convocatoria expresaban su apoyo a la exmandataria. “CFK libre”, rezaba una de las pintadas. “Vamos a volver”, agregaba otra a su lado. A pocos metros de la esquina, un par de jóvenes desplegaron en el suelo una manta para vender gorras, banderas argentinas y remeras de Néstor, Cristina, Perón y Evita. Tampoco faltaron los puestos de choripanes, hamburguesas, sándwiches y bebidas para amenizar el momento de angustia que vive la militancia peronista. Junto a una de las parrillas estaba desplegada una manta con imanes con diversos símbolos, como el pañuelo de las Madres de Plaza de Mayo, frases de Los Redondos y Charly García y el dibujo del personaje Juan Salvo de El Eternauta, entre otros.
“No vienen por mí, vienen por ustedes”, alertaba un cartel citando una frase de CFK. “Corte Suprema de Injusticia: más cerca del billete que de la justicia”, afirmaba otro en referencia a los tres cortesanos que ratificaron la sentencia, a quienes Cristina catalogó de “monigotes” al servicio del poder económico tras conocerse la decisión final del máximo tribunal.
Informe: Juan Pablo Pucciarelli