El Telescopio Espacial James Webb observó al astro el 6 de agosto con su Espectrógrafo de Infrarrojo Cercano.

Los investigadores de la NASA están siguiendo de cerca al cometa interestelar 3I/ATLAS que cruza el Sistema Solar por última vez. Fue descubierto en julio de este año y si bien no representa una amenaza para la Tierra, los telescopios espaciales de la agencia espacial apoyan la misión en curso de la agencia para rastrear y comprender mejor los objetos del espacio.
El Telescopio Espacial James Webb observó 3I/ATLAS el 6 de agosto con su Espectrógrafo de Infrarrojo Cercano. Los expertos analizaron sus datos para obtener más información sobre sus propiedades físicas y composición química.
SPHEREx (Espectrofotómetro para la Historia del Universo, Época de Reionización y Explorador de Hielos) de la NASA observó el cometa interestelar del 7 al 15 de agosto. El equipo de SPHEREx analizó la información obtenida a partir de estos datos. Estas observaciones siguen a la del telescopio espacial Hubble revelando su coma difusa y permitiendo estimar el tamaño de su núcleo entre 320 metros y 5,6 km.
Esta impresionante velocidad demuestra que el cometa estuvo a la deriva por el espacio interestelar durante miles de millones de años. El efecto de onda gravitacional de las estrellas y nebulosas que el cometa pasó le añadió impulso, lo que aumentó su velocidad.
“Nadie sabe de dónde vino el cometa. Es como vislumbrar una bala de fusil durante una milésima de segundo. No se puede proyectar ese tiempo hacia atrás con precisión para determinar dónde comenzó su trayectoria”, expresó en un comunicado David Jewitt, de la Universidad de California en Los Ángeles, líder del equipo científico de las observaciones del Hubble.
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Ambito