El expresidente brasileño Jair Bolsonaro enfrenta un nuevo capítulo judicial con fuertes tensiones políticas. Bajo arresto domiciliario desde el 4 de agosto, el líder conservador lleva puesta una tobillera electrónica por orden del juez del Supremo Tribunal Federal (STF), Alexandre de Moraes. Ahora, la Policía Federal solicitó autorización para reforzar la vigilancia dentro de su casa, alegando riesgo de fuga.
El juez Alexandre de Moraes autorizó este martes el despliegue de un mayor número de agentes en las inmediaciones de la vivienda de Bolsonaro, pero rechazó la petición de ingresar al domicilio. Según el magistrado, no se justifican por el momento “medidas intrusivas” que vulneren la intimidad del exmandatario y de su familia.
Bolsonaro se encuentra a la espera del inicio del juicio plenario, programado para el 2 de septiembre, donde será juzgado como parte del supuesto “núcleo” de la trama golpista que buscó revertir el resultado electoral de 2022.
La reacción de la familia Bolsonaro
El pedido de seguridad generó duras críticas en el entorno familiar del expresidente. El senador Flávio Bolsonaro calificó la decisión del Supremo como un atropello: “Se están inventando otra historia. Quieren humillar a una persona honesta, justa y querida por millones de brasileños”.
El hijo del exmandatario agregó además que la medida responde a un intento de someter a su padre a un castigo público: “Quieren humillar a mi padre”.
Defensa de Jair Bolsonaro niega el riesgo de fuga
La defensa de Jair Bolsonaro negó ante la Corte Suprema las acusaciones de que existan riesgo de fuga, a las que enmarcó en un contexto de campaña contra la imagen del expresidente.
En la presentación, sus abogados respondieron a una petición del juez del Supremo Alexandre de Moraes y entendieron que no existe “nada más falso y nada más impactante, cuando faltan poco más de diez días para el juicio” por el intento de golpe.
Además alegaron que “un borrador de pedido de asilo al presidente argentino”, correspondiente a febrero de 2024, “no puede ser considerado un indicio de fuga”. El juicio tiene como fecha de inicio el próximo 2 de septiembre.
Preparativos para el juicio
La solicitud de mayor seguridad llega en vísperas del inicio del juicio contra el supuesto “núcleo” de la trama golpista, que comenzará el 2 de septiembre. Este proceso judicial llevará a Bolsonaro al banquillo de los acusados, aumentando la tensión política y judicial en Brasil.
Analistas y autoridades destacan que estas medidas no solo buscan garantizar la comparecencia del exmandatario, sino también enviar un mensaje sobre la vigilancia estricta que la justicia ejercerá frente a cualquier intento de eludir la ley, en un contexto de alta polarización política y judicial en el país.
Fuente: Ambito