El exprimer ministro del Reino Unido, Boris Johnson, se reunió este lunes con el presidente Javier Milei en Casa Rosada. Es el puntapié de su gira por Sudamerica que orquestó el líder ultraderechista para vender su libro de memorias. Finalizará en Chile, en un evento de un periódico local.
Johnson comenzó su carrera como periodista en The Times, de donde fue despedido por inventarse una cita. Fue alcalde de Londres desde 2008 hasta 2016 y fue líder del Partido Conservador y primer ministro del Reino Unido desde 2019 hasta 2022, cuando renunció en medio de acusaciones por las más de 100 fiestas y reuniones que celebró en sus oficinas de Downing Street durante la pandemia del Covid-19.
Luego, a mediados de 2023, la Cámara de los Comunes aprobó un informe que resultó devastador para Johnson, que luego de su paso por Downing Street fue diputado del partido Conservador, banca a la que también terminó renunciando. De acuerdo con ese informe, el exprimer ministro engañó deliberadamente al Parlamento sobre el llamado “Partygate” -como se conoció al escándalo de las fiestas- y fue “cómplice” en el intento de “intimidar y abusar” a los diputados que estaban a cargo de la investigación de los hechos.
El comité parlamentario, que tuvo mayoría conservadora, señaló entonces que, de no haber renunciado a su banca, Johnson habría recibido una suspensión de la Cámara de los Comunes de 90 días, sanción que no tiene precedentes en la larga historia parlamentaria británica.
“Que le haya dado información errónea a la cámara acerca de la conducta de ministros y funcionarios en los más altos niveles de gobierno durante una emergencia nacional es de una gravedad inusitada. Que haya descripto a este comité como abocado a una caza de brujas equivale es equivalente a atacar la base y fundamentos de nuestras instituciones democráticas”, señaló el informe.
Según las denuncias de la prensa británica, se realizaban fiestas en Downing Street de manera rutinaria casi todos los viernes para “chill out” (relajarse) y de manera regular para todo tipo de eventos: despedidas, cumpleaños, celebraciones. En ese mismo período -marzo de 2020 a diciembre 2021- el resto de la población británica permanecía en distintos niveles de confinamiento, la mayor parte del tiempo sin poder ver a su familia, parientes, amigos y con estrictas regulaciones para salir a la calle.
Días atrás, Johnson manifestó que se arrepentía de haber pedido perdón por las fiestas celebradas en Downing Street durante la pandemia de Covid-19 que le costaron su renuncia. Fue durante una entrevista televisiva, donde dijo que, al disculparse, validó de forma “inadvertida” todas las acusaciones hacia diversos funcionarios del Gobierno a los que salpicó el escándalo, y que no había sido “justo” para ellos.
El exlíder de los conservadores británicos, fuerte defensor del Brexit, publicará el próximo 10 de octubre Unleashed (Desatado), un libro con sus memorias políticas de más de 700 páginas, donde confiesa que en 2021 pensó en invadir Países Bajos a través de un ataque militar acuático para llevarse 5 millones de vacunas de AstraZeneca contra el Covid-19, luego de que la Unión Europea amenazara con prohibir su exportación a Reino Unido.
El plan de Johnson, según admitió, consistía en cruzar el Canal de la Mancha de forma clandestina con lanchas neumáticas, navegar por los canales de Países Bajos hasta llegar a las vacunas “secuestradas” y después retirarse con un camión. Finalmente, tras consultarlo con sus asesores, el exprimer ministro desechó la idea, al considerar “una locura” la invasión de un aliado de la OTAN.
“Uno puede discutir si él es un sinvergüenza total o un pícaro desfachatado, pero sobre lo que no cabe la menor duda es que su nivel ético y moral es cero, una bancarrota total que se basa en su absoluto desprecio a la verdad”, lo describió en 2019 su exeditor en el Daily Telegraph, el historiador conservador Max Hastings.