Este viernes la Justicia de Mendoza le concedió la prisión domiciliaria a Julieta Silva, la mujer que había sido condenada por atropellar y matar a su novio Genaro Fortunato en la ciudad de San Rafael. Silva estará en su vivienda con tobillera electrónica por inclumplir la perimetral sobre la hija y la ex pareja de su reciente ex marido, Lucas Giménez. Este último la denunció por lesiones agravadas.
El Ministerio Público Fiscal provincial pidió que Silva quede encarcelada en el Complejo Penitenciario de San Rafael, donde había pasado más de 10 días detenida, debido a un peligro de fuga que expuso el fiscal Fabricio Sidoti, y porque sobre ella pesan los cargos por el delito de privación ilegítima de la libertad agravada por el vínculo, y por lesiones agravadas por el vínculo, amenazas y desobediencias.
Además, el fiscal Sidoti considera que la integridad del denunciante está en peligro debido a que Silva es ahora investigada por infringir dos perimetrales, lo que la deja en una posición de haber incumplido demandas de la Justicia establecidas en los expedientes anteriores. También expresó que podría influenciar a algunos testigos que declararán en la causa.
El juez del Segundo Juzgado Penal Colegiado de San Rafael, Claudio Gil, le dio a Julieta Silva la prisión domiciliaria, debiendo ser vigilada únicamente a través de su tobillera electrónica. El factor decisivo a la hora de concederle este beneficio fue el cuidado de su hija menor. Para ello se solicitaron informes al Equipo Técnico Interdisciplinario y al Juzgado de Familia para verificar que la imputada se encuentre apta para cuidar a la niña que estuvo casi dos semanas al cuidado de su abuela materna.
De todas formas esta decisión no modifica la causa judicial en la que Silva está imputada por múltiples cargos de violencia contra su ahora ex marido, Lucas Giménez. Además, la investigación en curso por este caso ya reveló situaciones de encierro y de violencia física ocurridas en el hogar que compartían ambos hasta su separación.
Sin embargo, no es la primera vez que Julieta Silva está en el ojo de la tormenta por un hecho de violencia contra una pareja suya. En septiembre de 2017 atropelló y mató a su novio, el rugbier Genaro Fortunato, a metros de la entrada de un boliche donde habrían comenzado una discusión que continuó afuera hasta el fatal desenlace. Por ese hecho Silva fue condenada a 3 años y 9 meses de prisión en mayo de 2018, junto a 8 años de inhabilitación para conducir. De todas formas solo estuvo 11 meses en prisión efectiva, y el resto del tiempo lo cumplió bajo libertad condicional.
Fuente: Pagina12