Jefes de Estado, dirigentes de primera línea y organizaciones del Cono Sur y de Europa se solidarizaron con Cristina Fernández de Kirchner por su detención y repudiaron la proscripción de la titular del Partido Justicialista resuelta por la Corte Suprema: desde “Lula” da Silva en Brasil, Rafael Correa en Ecuador, Gustavo Petro en Colombia, Luis Arce en Bolivia y Xiomara Castro de Zelaya en Honduras hasta Podemos en España y Jean-Luc Mélenchon en Francia. En los mensajes, denunciaron la persecución política contra la expresidenta y alertaron sobre el ataque que representa para la democracia argentina.
Uno de los mensajes más esperado era el de Luiz Inacio Lula Da Silva. Ayer por la noche, el presidente de Brasil hizo una publicación en redes sociales, en la que contó que estuvo en comunicación con Cristina Kirchner. “Observé con satisfacción la serenidad y determinación con la que Cristina enfrenta esta situación adversa y su determinación a seguir luchando”, detalló el brasileño. Además, tomando su experiencia personal por haber estado preso injustamente, Lula reveló que le aconsejó que “se mantenga fuerte en estos momentos difíciles”.
Más temprano, el Partido de los Trabajadores (PT) de Brasil había señalado que “Cristina Kirchner es la mayor víctima de la violencia política y la guerra legal en Argentina desde el regreso de la democracia al país en 1983”. Recordó que “el punto álgido de la campaña de odio y persecución política” fue el intento de asesinato en 2022. La Red Lawfare Nunca Mais, la Asociación de Jueces por la Democracia (AJD) y la Asociación Brasileña de Juristas por la Democracia (ABJD), además, firmaron una declaración conjunta en apoyo a CFK, denunciando un nuevo caso de lawfare.
Otro mandatario en pronunciarse ayer fue Luis Arce. “Desde Bolivia expresamos nuestro firme apoyo y solidaridad con la hermana CFK, frente a un evidente uso de la justicia como herramienta para socavar las fuerzas de izquierda y del campo nacional popular. Reafirmamos nuestro respaldo a la soberanía y a la dignidad del hermano pueblo argentino”, escribió el presidente boliviano.
Su par de Honduras, Xiomara Castro de Zelaya, y el exmandatario Manuel Zelaya, la definieron como “una figura clave en los avances democráticos en nuestra región” y advirtieron que es “perseguida por atreverse a enfrentar a los verdugos que oprimen Argentina”. “En 2009, cuando Honduras sufrió un golpe de Estado, ella no dudó fustigar y alzar su voz en contra de la mafia de fascistas” que lo protagonizaron. “Hoy la persecución judicial y mediática en su contra no es un hecho aislado: forma parte de una estrategia continental de lawfare contra liderazgos populares. Su juicio es una afrenta a la voluntad democrática del pueblo Argentino. Condenamos esta persecución política y alzamos nuestra voz en su defensa”.
“Después de 30 años, cuando se abandonó el camino de las dictaduras y guerras revolucionarias, la primavera democrática de América Latina está en peligro”, advirtió el colombiano Gustavo Petro. “Estamos en tiempos difíciles. Presidentes como Lula, Pedro Castillo, Cristina Kirchner, Rafael Correa, Dilma Rousseff, Zelaya, Manuel López Obrador, Evo Morales, todos progresistas, el progresismo es diverso, han pasado por golpes de Estado, procesos injustos y cárcel por años”, recordó. Lamentó que algunos electorados han dejado “ascender la irracionalidad y el fascismo”. “Puede más el confort ilusorio y la ganancia del petróleo que la vida de sus propios hijos, por el momento”, evaluó. Apuntó que “en Colombia están ya pregonando un golpe de Estado y no es discurso: personas de extrema derecha colombiana y en los Estados Unidos mantienen conversaciones fluidas para lograrlo”. “A la violencia y el golpe se le contesta con la unidad pacífica pero activa y contundente del pueblo”, destacó.
“¡Fuerza, Cristina! ¡Fuerza, Argentina! ¡Basta de lawfare! Derrótennos –si es que pueden– en las urnas”, se solidarizó Rafael Correa, expresidente de Ecuador. Luisa González, ex candidata en las últimas elecciones, enfatizó que “hoy la democracia argentina dejó de existir”. La condena y la prohibición para ejercer cargos públicos a CFI “representa la persecución política más grande desde el exilio de Perón” y “significa la proscripción de la líder política más importante de Argentina”. “Abrazo revolucionario querida compañera, todo un pueblo, la Patria Grande está a tu lado. ¡Venceremos!”. En la misma línea, Revolución Ciudadana repudió la proscripción de “la lideresa más importante de Argentina”. “Nuestra solidaridad y apoyo incondicional, NO a la persecución política, SÍ a la democracia”.
Desde España, la eurodiputada por Podemos, Irene Montero, definió la condena a CFK como “golpismo: guerra sucia judicial y mediática para que, golpeando a una, todo un pueblo renuncie a una vida con derechos. La quieren presa y fuera de la política. A las fuerzas democráticas del mundo nos deben encontrar a su lado. Contigo, Cristina”.
Ione Belarra, diputada y secretaria general de Podemos, advirtió que “en todos los lugares del mundo es lo mismo: guerra sucia judicial contra las y los dirigentes populares que nunca se vendieron al poder y estuvieron al lado de su pueblo. Contra la ofensiva reaccionaria, alianzas internacionales para construir derechos. Contigo, Cristina”.
El diputado (nacido en la Argentina) Gerardo Pisarello Prados citó al Eternauta para destacar que “nadie se salva solo y la vieja solidaridad funciona. Por eso hoy, también desde España, denunciamos la proscripción de CFK y exigimos el respeto de los derechos constitucionales del pueblo argentino”.
Jean-Luc Mélenchon, líder de La Francia Insumisa, denunció que “tres jueces corruptos han decidido negarse a examinar la apelación de Cristina Kirchner en Argentina. Milei se prepara para encarcelarla. Cientos de miles de argentinos se movilizan. Este es el enfoque correcto”. Sophia Chikirou, diputada por el mismo espacio, difundió un video de miles de personas frente a la casa de la ex presidenta. “Sin pruebas, con acusaciones falsas, destituyen a la mujer que se espera gane las próximas elecciones en octubre de 2025. La movilización popular y la indignación ante la justicia corrupta y un régimen destructivo recuerdan lo que Lula vivió en Brasil. ¡Alto al Lawfare!”.
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