Fernando Gago puso toda la carne en el asador, pero los hinchas de Boca se fueron con gusto a poco, muy poco en el cero a cero contra Argentinos Juniors. De entrada jugaron Ander Herrera y el chileno Palacios, en la reanudación entró Ayrton Costa por Rojo, otra vez lesionado, y más adelante Battaglia y Velasco reemplazaron a Herrera y Aguirre. Y de todos ellos los que dejaron mejores impresiones fueron Palacios, por algunos toques de jerarquía en el segundo tiempo y Battaglia que mostró prestancia en el medio campo en momentos en que Argentinos había bajado su nivel en la zona del campo en la que se había movido muy bien en la primera mitad.
Ander Herrera tiene indudable buen manejo, pero aportó poco en la recuperación en la zona central, controlada especialmente en los primeros 20 minutos por los volantes visitantes con el ex Huracán Fattori –muy buen debut– y Alan Lezcano como estandartes. Boca estuvo muy cerca de tener que remar una vez más desde atrás, cuando Molina metió un cabezazo en el travesaño antes del primer minuto; cuando Brey voló espectacularmente ante un remate de Herrera y Rojo salvó una pifiada del arquero Brey que anduvo de susto en susto en esos 45 minutos iniciales. Con Zeballos y Aguirre aislados sobre sus laterales, con Cavani obligado a bajar mucho para tocar de vez en cuando la pelota, con poco juego asociado, Boca hizo poco y nada para inquietar al Ruso Rodriguez en la primera mitad.
En el segundo tiempo, Argentinos empezó a desinflarse, a perder aire en la presión alta, fue empezando a retroceder varios metros y le cedió la pelota su rival. Fue entonces cuando creció Palacios, protagonista de una de las jugadas más vistosas del partido en un toque para Aguirre que terminó en un pase atrás que no pudo conectar Advíncula. Mejor plantado en el medio Boca –bien Battaglia, seguro en cada entrega– pasó algún contratiempo aislado con un par de pifias de Ayrton Costa y se acercó más hasta el arco de Rodriguez pero sin la profundidad necesaria para equilibrar al menos en número las llegadas de su rival en la primera mitad.
Llegó el gol con un remate de Cavani, entrando por el medio, pero las líneas trazadas por el VAR ratificaron la primera impresión de que estaba medio metro adelantado. Velasco se juntó poco con Palacios, intentó un par de veces desde la media distancia y sumó su juego a la lista de aquellos de quienes se espera mucho, pero por ahora –debe admitirse que esto recién empieza– no suman.
Con toda la carne en el asador, con el antecedente de la goleada ante Argentino de Monte Maíz los hinchas de Boca soñaron con empacharse de fútbol, pero (como en muchos partidos del campeonato anterior) debieron conformarse con sopa. Otra vez sopa.
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