-Mirá cuando a uno de nuestros chicos les toque hacer la colimba. ¿Se podrá hacer algo?
Éste era uno de los tantos diálogos que teníamos los ex presos, los familiares, cuando nuestros chicos se acercaban a los 18 años. Y fue el caso Carrasco que hizo que muchos de ellos abracen la causa de la eliminación de la colimba.
Y, así, los fuimos viendo cómo se entrelazaban nuestras luchas históricas con sus nuevas maneras de llevarlas a cabo. Y los ayudamos a recaudar plata para el histórico viaje a Córdoba y nos pareció un hallazgo la sigla HIJOS.
Nos saltaron las lágrimas cuando se sacaron las remeras en el juicio contra Astiz y tomaron la posta de las políticas de Memoria.
Hoy, quienes hemos contado tantas veces lo que nos pasó, podemos estar un poco más tranquilos, nuestras verdades se seguirán pregonando porque están ellos, “los chicos”.
*Exdetenida-desaparecida.
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