Son los dueños del poder económico. Son los propietarios de los conglomerados mediáticos. Son quienes ordenan a los tres Supremos, fiscales y camaristas de Py. Son los patronos verdaderos del gobierno del presidente Milei. A pesar de ostentar ese poder fueron invadidos por el miedo. Temían que Cristina amalgame y potencie al electorado de la provincia de Buenos Aires encabezando la boleta de Unión por la Patria. Vieron amenazado el plan triunfal de las derechas cuyo propósito es la consolidación del proyecto político mileísta, su modelo económico de ajuste social, endeudamiento y fuga estructural, subordinado al neocolonialismo trumpista y apoyo irresponsable al régimen de Netanyahu con sus aventuras guerreristas y genocidas contra el pueblo de Gaza. El pánico de las distintas instancias del poder judicial, es directamente proporcional al crecimiento de su ilegitimidad. La condena a Cristina coronó esa situación. Pero hay más arbitrariedades y ensañamientos: el TOF 2 (Tribunal Oral Federal) benefició recientemente al secuestrador y torturador Gerardo Arráez, quien además tenía “la manía” de fotografiar a las jóvenes secuestradas mientras parían en el campo de concentración. Como sabemos, luego les robaban sus hijos y las asesinaban. El TOF lo mandó a su casa sin restricción de visitas para que viva tranquilo. Estas conductas de hincarse ante los poderosos se solapan con el terror de los jueces al pueblo, que fueron adquiriendo ribetes grotescos, como la solicitud de que se apostaran francotiradores en los techos de Comodoro Py para defenderse de la inminente turba popular. Así las cosas, el sistema democrático basado en la división de poderes está irremediablemente herido. Estos oscuros personajes lo hicieron. Claudicaron precipitadamente ante la presión del gran empresariado local, y de las corporaciones norteamericanas, con la Amcham como ariete, liderada por el JP Morgan y profesor de la Universidad de San Andrés, Gómez Minujín.
La otra paradoja es política. Proscribieron a Cristina, sin embargo, su legitimidad y liderazgo ante el pueblo creció, tanto en la valoración política, en el sentimiento de una gran parte de la ciudadanía, como su trascendencia en los medios, redes, etc. Lo más impactante fue el silencio de la multitud en la gran plaza al escuchar su palabra y el estruendo de cánticos al finalizar su discurso. En términos políticos, lo más trascendente es el efecto positivo en pos de la imprescindible unidad de las fuerzas políticas, sociales y culturales. La movilización en repudio a la condena no solo fue multitudinaria, se desplegó también en toda la geografía del país. Como en otros momentos cruciales, el pueblo tomó la historia en sus manos generando alteraciones determinantes, creadoras de imprevisibles perspectivas sociales.
En esta circunstancia, la energía emergente desde abajo, puede transformarse en un fuerte impulso para superar las fracturas y el desconcierto surgido de la derrota política – cultural de octubre del 23. Es esperable que el descalabro internista desprovisto del debate de ideas, ahora se encauce hacia el imprescindible acuerdo de candidaturas para las cruciales elecciones de septiembre y octubre, y lo que ya resulta esencial e impostergable, se elabore una propuesta económica, social y cultural que ofrezca una salida para la vida de las mayorías del pueblo. El proyecto mileísta y del FMI, agrede tanto a los millones de los ciudadanos más humildes, incluyendo la niñez que sufre el hambre; como a amplias franjas de las clases medias, y la propia entidad como nación, cada vez más arrastrada a la pérdida de soberanía económica, territorial, de recursos naturales y a la conculcación violenta de los derechos sociales y culturales logrados a lo largo de nuestra historia. Frente a la profecía mística de Milei sobre su triunfo inevitable y la eternización de su poder, ante el cual los pusilánimes y oportunistas de siempre vacilan; Cristina, aunque condenada, continúa firme advirtiendo a la ciudadanía que este modelo económico fracasará nuevamente, como en sus anteriores fases de Martínez de Hoz, Menem y M. Macri.
Los últimos acontecimientos sociales fortalecen esa línea de pensamiento, en el que se enmarcan expresiones como el pronunciamiento de la Conferencia Episcopal Argentina (CEA) en respaldo a los profesionales y trabajadores del Garrahan. Se trata de un hecho trascendente, ya que expresa al organismo máximo de la Iglesia Católica presidida por el obispo Colombo. La lucha del Garrahan impactó en el conjunto de la sociedad y en los medios de comunicación, transformándose en un ejemplo y símbolo de resistencia al ajuste destructivo de la salud, la educación, la ciencia y la universidad pública; desnudando la esencia inhumana del gobierno mileísta.
Otro punto político importante se está dando en el parlamento nacional. La oposición trabaja con perspectivas de materializar iniciativas sociales importantes: el proyecto que generaría una suba en los haberes de los jubilados del 16,4% en el ingreso mensual para quienes perciben la mínima y del 7,2% para los que cobran más. También la ley que eleva el presupuesto del área de discapacidad del estado y la reposición de la moratoria previsional. Estos proyectos ya tienen la media sanción de diputados, por lo tanto la oposición se propone aprobarlo rápidamente en el senado. La amenaza de veto presidencial es incierta, ya que en tiempos electorales le será difícil conseguir el tercio para lograr ese propósito, principalmente porque son causas muy sensibles y populares, ante la imperiosa necesidad de esos recursos para sostener la vida cotidiana y por la solidaridad que despiertan en la mayoría del pueblo.
Como siempre y más que nunca, el protagonismo ciudadano va determinando los acontecimientos políticos. Ya se trate de puebladas contra la proscripción y en defensa de la democracia, marchas universitarias de docentes, alumnos, rectores y científicos, trabajadores por la recomposición de su salario, la cultura sustentando los valores nacionales y sus instituciones de gestión. Se vienen tiempos decisivos para la subsistencia democrática y la vida de nuestro pueblo. La política tiene la palabra, sustentada en el impulso de la militancia y la vigencia de valores patrióticos.
* Secretario general del Partido Solidario. Presidente del Instituto Movilizador de Fondos Cooperativos