El calor extremo dejó 1.149 muertes y coincidió con incendios que ya devastaron 382.600 hectáreas, la mayor cifra en casi dos décadas.

La ola de calor que golpeó a España entre el 3 y el 18 de agosto dejó un saldo de 1.149 muertes atribuibles, según estimaciones del Instituto de Salud Carlos III (ISCIII). Se trató de uno de los episodios más prolongados en las últimas cinco décadas y tuvo consecuencias directas en la salud y en el territorio.
El sistema de monitorización “MoMo” del ISCIII, que analiza la mortalidad diaria respecto a las tendencias históricas, calculó que el exceso de fallecimientos en esos 16 días está relacionado con las temperaturas extremas. Aunque el sistema no puede establecer una causalidad absoluta, las cifras constituyen la mejor aproximación disponible sobre el impacto del fenómeno climático.
Entre los factores externos que explican el exceso de muertes se destacan las temperaturas registradas por la Agencia Estatal de Meteorología (Aemet), que comunicó valores extraordinariamente altos en gran parte del país. El caso de agosto se suma al de julio, cuando MoMo ya había atribuido 1.060 muertes al calor, lo que supuso un aumento superior al 50% respecto a 2024.
Incendios en medio de la ola de calor
El calor extremo también favoreció la propagación de incendios forestales. En lo que va de 2025, el Sistema Europeo de Información sobre Incendios Forestales (EFFIS) estimó que se quemaron 382.600 hectáreas, una superficie equivalente al tamaño de la isla de Mallorca. Se trata de la cifra más alta desde que existen registros, superando por más de cuatro veces la media del período 2006-2024.
En solo 24 horas, las llamas arrasaron 38.000 hectáreas, casi la misma superficie que en todo 2024. Las regiones más afectadas fueron Extremadura, Galicia y Castilla y León, donde se cortaron calles, se interrumpieron servicios ferroviarios y se bloqueó un tramo de 50 kilómetros del Camino de Santiago.
Se anunció el fin de la ola de calor
La Aemet declaró el fin de la ola de calor y anticipó un descenso de las temperaturas junto con un aumento de la humedad, lo que favorece las tareas de contención. “La evolución es favorable. Estamos mejor que ayer y que hace dos días. Se están estabilizando frentes e incendios, no hay ninguna localidad en riesgo y esperamos que haya un realojo a lo largo de las próximas horas”, señaló Alfonso Fernández Mañueco, presidente de la Junta de Castilla y León.
Durante una visita a Extremadura, el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, adelantó que varias zonas serán declaradas áreas de emergencia, lo que permitirá canalizar ayudas para la reconstrucción.
Fuente: Ambito