River tiene una cita crucial este miércoles contra el Inter de Milán en el Mundial de Clubes pero eso no significa que toda su atención esté puesta en los italianos. Mientras la delegación millonaria se prepara para enfrentar a Lautaro Martínez y compañía, el club de Núñez quedó a un paso de cerrar a Maximiliano Salas como refuerzo para el segundo semestre y, al mismo tiempo, desató el caos en el fútbol argentino.
Desde hace varios años que existe un pacto de camaradería entre los clubes nacionales de no llevarse jugadores de una institución par a través de la cláusula de rescisión. Pero River, en año electoral, con plata fresca por la apresurada venta de Mastantuono y con el bagaje de varios mercados de pases insatisfactorios, decidió mandarse en contramano para conformar los deseos de Marcelo Gallardo.
El Muñeco se comunicó personalmente con el futbolista de Racing y le endulzó el oído para mudarse al barrio porteño. Y Salas, que estaba por firmar la renovación de contrato, le comunicó a la dirigencia académica encabezada por Diego Milito que está listo para irse.
Esta fue la segunda avanzada millonaria por el atacante correntino. Hace casi un mes, intentó negociar su pase pero la Academia rechazó la oferta (3,5 millones de dólares) y descartó dejar salir al futbolista si no era por el valor de su cláusula, tasada en 8 millones. A River le pareció muy alta y la cosa se enfrió, encaminándose la renovación con Racing, mejora contractual mediante.
En el medio, como Salas es un mimado de Gustavo Costas, con una relación prácticamente de familia, el DT habló con el jugador. Según trascendió, cuando apareció la primera oferta el técnico no se opuso a la oportunidad de una mejora salarial para el futbolista y sólo le pidió enterarse de su decisión a través de él. Y este no habría sido el caso luego del nuevo llamado de Gallardo, por lo que hay mucho malestar en Racing.
Como si fuera poco, el que se expresó sobre la avanzada millonaria a espaldas de la Academia fue Juan Sebastián Verón, presidente de Estudiantes. Y no fue para nada sutil en su opinión sobre el accionar de River.
“Al final los reyes de los buenos modales y los que dan clases de moralismo la hacen peor. Se hacen los ofendidos y te la ponen. Viva la ‘otra cultura’”, disparó la Brujita a través de una historia en Instagram, junto a la imagen de un león.
Vale recordar que la mala relación entre Verón y River tiene varios antecedentes. En el último mercado, el grupo empresario de Foster Gillett intentó entorpecer las negociaciones entre el club de Núñez y Sebastián Driussi, situación que generó un cruce de declaraciones desde ambas dirigencias. En tanto que, más recientemente, Gallardo habló despectivamente del planteo de Alejandro Sabella en el cruce entre Estudiantes y Barcelona en 2009.
Por
