Después de sus amenazas con “ir a buscar al último rincón” a los “zurdos hijos de puta”, en su discurso en Davos, el presidente Javier Milei atacó a las personas trans, a las parejas gay que adoptan hijos (los trató de “pedófilos”) y a las mujeres, a las que acusó de querer ganar privilegios sobre los hombres. También a los migrantes, a los que calificó como una “horda que abusa, viola o mata”. Algunos de sus funcionarios intentaron defenderlo — Guilermo Francos dijo que lo mejor es ser homosexual “de las puertas para dentro”– pero no pudieron impedir la ola masiva de cuestionamientos que llegaron desde todos lados: dirigentes de derecha, centro, izquierda, organizaciones de la comunidad LGBT+, Ni Una Menos. Solo faltó un ladrido de Conan. Mientras tanto, el Gobierno trabaja en un paquete de medidas “antifeministas” (ver aparte).
Milei volvió a Davos para dar un discurso con el que buscaba sacudir al establishment. Sus principales frases, no obstante, son calcadas de las que viene expresando la ultraderecha estadounidense hace años, en una guerra contra lo que llaman la “cultura WOKE hegemónica” (el término “woke” se usaba en los sesentas en la lucha de los derechos civiles de Estados Unidos, antirracistas y feministas, pero la alt-right se lo apropió para referirse de forma despectiva a toda lucha de una minoría o grupo minorizado). El Presidente dijo que “el wokismo es la epidemia que hay que curar y el cáncer que hay que extirpar”. Y enumeró a sus enemigos: “Feminismo, diversidad, inclusión, equidad, inmigración, aborto,
ecologismo, ideología de género”.
Milei venía de una polémica por su frase amenazante a los “zurdos” a los que prometió perseguir “hasta el último rincón” y les recomendó que tiemblen. A esto, le sumó un ataque en el que no se olvidó de casi ninguna minoría:
*Parejas homosexuales: “Se promueve la agenda LGBT, queriendo imponernos que las mujeres son hombres y los hombres son mujeres sólo si así se autoperciben y nada dicen de cuando un hombre se disfraza de mujer y mata a su rival en un ring de boxeo o cuando un preso alega ser mujer y termina violando a cuanta mujer se le cruce por delante en la prisión”, lanzó Milei. “Fue noticia en todo el mundo el caso de dos americanos homosexuales que, enarbolando la bandera de la diversidad sexual, fueron condenados a cien años de prisión por abusar y filmar a sus hijos adoptivos durante más de dos años”, afirmó sobre un caso en el Estado de Georgia. “Quiero ser claro que cuando digo abusos no es un eufemismo, porque en sus versiones más extremas la ideología de género constituye lisa y llanamente abuso infantil. Son pedófilos, por lo tanto quiero saber quién avala esos comportamientos”, generalizó.
*Personas trans: “Están dañando irreversiblemente a niños sanos mediante tratamientos hormonales y mutilaciones, como si un menor de cinco años pudiera prestar su consentimiento a semejante cosa”, afirmó. Y cargó contra una “legislación absurda en la que el Estado tiene que financiar hormonas y cirugías millonarias para cumplir con la autopercepción de ciertos individuos. Recién hoy estamos viendo los efectos de toda una generación que mutiló su cuerpo, promovidos por una cultura de la relatividad sexual que tendrá que pasar su vida entera en tratamientos psiquiátricos para afrontar lo que se hicieron“. También dijo que cuando se dicen estas cosas vuelan las “acusaciones de homofobia o transfobia y otros inventos”.
*Mujeres: “El feminismo radical es una distorsión del concepto de igualdad y aún en
su versión más benévola es redundante, ya que la igualdad ante la ley
ya existe en Occidente.
Todo lo demás es búsqueda de privilegios, que es lo que el feminismo radical realmente pretende”, afirmó. El presidente se quejó de que “en muchos países supuestamente civilizados si uno mata a la mujer se llama femicidio, y eso conlleva una pena más grave que si uno mata a un hombre solo por el sexo de la víctima”. Además, como ya había hecho en campaña, negó la existencia de una brecha salarial: “Es evidente que no hay desigualdad para una misma tarea, sino que la mayoría de los hombres tienden a profesiones mejor pagas que la mayoría de las mujeres”.
*Migrantes: Enfervorecido por las últimas medidas de Donald Trump, también cargó contra los colectivos migrantes. “Vemos hoy en las imágenes de hordas de inmigrantes que abusan, violan o matan a ciudadanos europeos que solo cometieron el pecado de no haber adherido a una religión en particular. Pero cuando uno cuestiona estas situaciones es tildado de racista, xenófobo o nazi”, se quejó.
Y así siguió un buen trecho de su discurso, donde se definió como una de las cabezas del ataque a una ideología dominante en el mundo, que colonizó las universidades (que, en la Argentina, están todavía reclamando por los recortes presupuestarios) y los medios de comunicación (a los que Milei ataca a diario). Se quejó también del ecologismo y de los reclamos por el cambio climático.
Con el brazo en alto
Varios funcionarios levantaron el brazo para defender el discurso de Milei. La primera fue, por supuesto, Patricia Bullrich, quien celebró: “Se acabó la era de los débiles”. “Basta de tibieza, basta de corrección política. Hoy volvimos a ser un país que inspira, que marca el rumbo y que lidera”, lanzó la ministra.
Luego de haber hecho malabares para presentar su frase amenazando a los “zurdos hijos de puta” como una invitación al debate, el jefe de Gabinete, Guillermo Francos, sostuvo que el problema es que cuando se hace “campaña promoviendo esto genera confusiones, sobre todo en los más jóvenes“. Pero cuando le preguntaron a qué campañas se refería, no pudo mencionar ningún caso puntual en el que el Estado haya promovido la homosexualidad: “Yo creo que ha habido montones de campañas, en distintos lugares, como campañas escolares, en la que se le ha permitido a los chicos, en situaciones de este tipo… En fin, yo creo que en eso el Estado no tiene que meterse, sí en el respeto a las decisiones y vida de cada uno”. Y por último recomendó a las personas homosexuales: “De las puertas de la casa para adentro, cada uno puede hacer lo que le parezca”.
Aluvión
La mayoría de las frase de este tipo de Milei suelen pasar sin pena ni gloria. Esta vez no fue el caso. Las críticas llegaron de todos lados. La presidenta de la Comisión de Mujeres y Diversidad de Diputados, Mónica Macha, consideró que lo que dijo Milei “es una habilitación para que los varones violentos no sientan que están haciendo algo mal o que van a tener alguna consecuencia de sus actos”. También lo repudió la senadora de UxP Anabel Fernández Sagasti, que dijo: “necesitan retroceder un siglo para que los avances de la sociedad sean descartados y así “los fuertes” “los superiores” dominar y extraer las riquezas de los argentinos”.
Desde el colectivo Ni Una Menos criticaron su discurso. “Fue una performance global de autoritarismo misógino homo transfóbico que, en conjunto con la amenaza de persecución a lo que él llama´zurdos’, nos pone en una situación de pasaje de umbral en términos de violencia política y habilitación de la violencia en general. Esperamos que el sistema institucional reaccione a la altura”, advirtió Luci Cavallero. Según información de La Casa del Encuentro, solo en 2024, hubo 318 víctimas de violencia de género (283 femicidios, 3 lesbicidios, 8 trans/travesticidios y 24 femicidios vinculados de varones). Una víctima cada 27 horas. Amnistía Internacional publicó un extenso racconto de los números que Milei niega. “Las mujeres deben trabajar 8 días y 10 horas más que los varones para ganar lo mismo en un mes”, indicaron.
El presidente de la Coalición Cívica, Maximiliano Ferraro, le advirtió a Milei que “un presidente de todo un país no puede usar ejemplos extremos para descalificar a nadie, en este caso a las parejas homosexuales y a la comunidad LGTBIQ+. Su discurso es antiguo, discriminatorio y constituye una forma de apartheid”. “Es absolutamente irresponsable vincular la lucha por los derechos de las diversidades con conceptos como el abuso infantil o la pedofilia”, consideró también la diputada radical Danya Tavela.
El Frente Nacional Orgullo y Lucha consideró que el discurso de Milei fue “homoodiante, misógino y transfóbico”. “Sus dichos incitan el odio y la violencia hacia las mujeres y las personas LGBTINB+, y contrarían la legislación nacional y las normativas internacionales que reconocen y protegen nuestros derechos”, advirtieron.
El ex jefe de Gobierno Horacio Rodríguez Larreta pidió: “Basta de violencia
Las palabras importan. Insultar, humillar y amenazar a quienes piensan diferente nos aleja de la democracia y el pluralismo”. La exdiputada del FIT Myriam Bregman anunció que presentará otra denuncia contra el presidente, algo que también hizo el diputado socialista Esteban Paulón (ver aparte).