A los 98 años de edad falleció el martes 30 de junio en Buenos Aires, el sacerdote capuchino Luis Dri, a quien el papa Jorge Bergoglio creo como cardenal en el consistorio de 2023, en la misma oportunidad en la Francisco también nombró cardenal al actual papa Robert Prevost. Dri, un fraile de vida sencilla y comprometido con los sectores humildes, fue presentado en más de una ocasión por Francisco como ejemplo por su capacidad “para perdonar” en el confesionario. También fue confesor del propio Bergoglio quien lo mencionaba como “un maestro de la misericordia”. Más allá de su distinción cardenalicia -que él no consideraba como tal- Dri siguió hasta su muerte ejerciendo su condición de confesor en el santuario de Pompeya. “Confieso mucho, muchas horas, mañana y tarde”, solía admitir Dri describiendo su tarea religiosa.
El cardenal Dri, nacido el 17 de abril de 1927 en Federación, provincia de Entre Ríos (Argentina), formaba parte de una familia donde ocho de nueve hijos se consagraron a la vida religiosa. Según lo anunció el arzobispado de Buenos Aires durante todo el día martes los restos del cardenal Dri será velados en la santuario capitalino de Nuestra Señora del Rosario de Nueva Pompeya. El miércoles a las 9 horas el arzobispo de Buenos Aires, Jorge García Cuerva, celebrará una misa en el mismo santuario para despedir el fraile capuchino.
En su comunicado el arzobispado porteño destaca “la certeza de tanto bien realizado por el padre Dri” y acompaña “a su familia religiosa y a todos sus seres queridos en este momento de profundo dolor, pero al mismo tiempo de esperanza en el Señor”.
La Conferencia Episcopal Argentina (CEA), a través de su Comisión Ejecutiva, también expresó su dolor por la partida de Dri, manifestó “inmensa gratitud por su ministerio en favor de los más pequeños” y lo destacó como “pastor sencillo, confesor incansable y testigo del amor misericordioso de Dios”.
Refiriéndose al reconocimiento que el papa Francisco le hizo al nombrarlo cardenal, el fraile Dri reconoció que “cuando él (Bergoglio) era cardenal aquí en Buenos Aires, yo confiaba mucho en él, iba a hablarle y una vez le conté todo esto, que yo perdono mucho, y a veces me entra un escrúpulo, el de haber perdonado demasiado’”.
Recordaba Dri que Francisco le decía “Perdona, perdona, hay que perdonar”. Y agregaba el capuchino: “Y yo: sí, perdono, pero me queda cierta inquietud y por eso luego voy ante Jesús y le digo que fue Él quien me enseñó, que el mal ejemplo lo dio Él, porque Él perdonó todo, nunca rechazó a nadie”.
El cardenal Dri consideraba “inmerecida” la confianza que el Papa depositó en él al crearlo cardenal: “Yo no soy un sacerdote, un fraile de estudios. No tengo doctorados, no tengo nada. Pero la vida me enseñó mucho, la vida me marcó. Y como nací muy pobre, siento que siempre debo tener una palabra de misericordia, de ayuda, de cercanía para quien venga aquí. Nadie debe irse sintiendo que no fue comprendido, o que fue despreciado o rechazado”, solía decir.
La Comisión Ejecutiva de la CEA recordó ahora que “el Papa Francisco, al anunciar su nombramiento como cardenal en 2023, lo propuso como modelo de pastor misericordioso” diciendo que “cuando me vienen dudas dudas sobre si perdonar demasiado, pienso en el padre Dri y me tranquilizo”.
A Luis Dri se lo recordará además como parte de una comunidad franciscana capuchina comprometida en la defensa de los derechos humanos durante y con posterioridad a la dictadura militar y que integraron también los ya fallecidos Luis Coscia y Antonio Puigjané.