Luego de que la ONU tildara a Israel como responsable del estado de hambruna en el que se encuentra la ciudad de Gaza, desde la administración de Benjamín Netanyahu contestaron: “No hay hambruna en Gaza”.
Israel negó el pasado viernes la existencia de una hambruna en Gaza y rechazó de plano el informe internacional que sostiene lo contrario. Según Tel Aviv, el documento responde a intereses políticos y se apoya en “las mentiras de Hamas”.
La respuesta de Israel a la acusación de la ONU
El Ministerio de Relaciones Exteriores israelí emitió un comunicado en el que aseguró: “El IPC (Clasificación Integrada de la Seguridad Alimentaria) acaba de publicar un informe fabricado ‘a medida’ para la falsa campaña de Hamas”. El texto también acusó al organismo de haber “desviado de sus propias reglas e ignorado sus propios criterios”, subrayando que “todo (el informe) se basa en las mentiras de Hamas blanqueadas por organizaciones con intereses particulares”.
“Israel tiene una política de prevención del hambre. Desde el comienzo de la guerra, ha permitido la entrada de dos millones de toneladas de ayuda a la Franja de Gaza, más de una tonelada de ayuda por persona“, explicaron desde el gobierno de Netanyahu.
Previamente, la ONU había oficializado la declaración de hambruna en Gaza, la primera en registrarse en Medio Oriente. Los expertos de la Clasificación Integrada de la Seguridad Alimentaria (IPC), con sede en Roma, confirmaron que la crisis ya afecta a la gobernación de Gaza y podría extenderse a Deir al Balah y Khan Younis hacia finales de septiembre, dejando a más de 500.000 personas en condiciones “catastróficas”.
El informe de la ONU
El secretario general de Naciones Unidas, António Guterres, reaccionó a través de la red social X: “Justo cuando parece que ya no quedan palabras para describir el infierno que se vive en Gaza, se ha añadido una nueva hambruna”. Y agregó: “Esto no es un misterio: es un desastre provocado por el hombre, una crítica moral y un fracaso de la humanidad misma. La hambruna no se trata solo de comida; es el colapso deliberado de los sistemas necesarios para la supervivencia humana”
“La gente se muere de hambre. Los niños mueren. Y quienes tienen el deber de actuar no lo hacen. Como potencia ocupante, Israel tiene obligaciones inequívocas en virtud del derecho internacional, incluido el deber de garantizar el suministro de alimentos y medicamentos a la población. No podemos permitir que esta situación continúe impunemente”, afirmó el representante del organismo internacional.
Guterres cerró su mensaje con un llamado a la acción: “Basta de excusas. El momento de actuar no es mañana, es ahora. Necesitamos un alto el fuego inmediato, la liberación inmediata de todos los rehenes y un acceso humanitario pleno y sin restricciones”.
En paralelo, el director de la Oficina de Asuntos Humanitarios de la ONU, Tom Fletcher, analizó que la crisis alimentaria, generada a raíz del conflicto bélico entre ambos actores, “podría haberse evitado” si Israel no hubiera obstaculizado la entrada de ayuda.
“Esta es una hambruna que podríamos haber evitado si nos lo hubieran permitido. Pero los alimentos se acumulan en las fronteras debido a la obstrucción sistemática de Israel”, denunció en una conferencia en Ginebra.
Por último, otra figura de la ONU se pronunció en relación a la problemática. Se trató del Alto Comisionado de la ONU para los Derechos Humanos, Volker Türk, quien explicó que “es un crimen de guerra utilizar el hambre con fines militares”
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