Después del anuncio acerca de la vuelta del músico Pity Álvarez a los escenarios previsto para el 5 de diciembre próximo en el estadio de Vélez Sarsfield, el otro interrogante que aún permanece sin responder es la situación de la causa que lo tiene imputado por homicidio agravado con arma de fuego de portación ilegítima ocurrido el 11 de julio de 2018 en el barrio porteño Cardenal Samoré contra Cristian Díaz y en circunstancias que la justicia aún está investigando.
A partir de aquel episodio, el músico estuvo detenido bajo distintos regímenes que se sucedieron entre alcaidías, penales, centros de salud mental, un arresto domiciliario con tobillera electrónica y progresivas libertades de circulación condicionadas al cumplimiento de varias restricciones. En simultáneo, debió realizar tratamientos de orden psiquiátrico y de salud integral por las delicadas comorbilidades que padece, entre ellas diabetes, EPOC e hipertensión.
Hacia mediados de 2022, el Tribunal Oral en lo Criminal y Correccional número 29 de Capital Federal había confirmado el inicio de las audiencias del litigio para el 22 de febrero del año siguiente. Sin embargo, poco después el mismo fue suspendido “hasta que el imputado se encuentre en condiciones psíquicas de afrontar el juicio” porque algunos peritajes sobre el estado cognitivo del exlíder de las bandas Viejas Locas e Intoxicados no habían arrojado resultados auspiciosos. Desde ese entonces, tal evento permanece postergado y sin nueva fecha a la vista.
Cada una cierta cantidad de meses (que oscila entre los tres y cuatro) el tribunal solicita informes al Cuerpo Médico Forense para que determine si la situación de Álvarez se modificó y, por lo tanto, puede estar en juicio, entender lo que pasa y declarar y comprender un eventual fallo a favor o en contra. En este nuevo contexto, y quizás a partir del anuncio que el músico hizo sobre su regreso a los escenarios (el último show había sido el 29 de octubre de 2016 en Tandil, casi una década atrás), el juzgado que lleva adelante la causa volvió a solicitar esa evaluación y ahora se aguardan estudios y peritajes.
En septiembre de 2021 le habían permitido a Álvarez iniciar un tratamiento de salud mental extramuros en un centro terapéutico de Castelar. Para aquel entonces el músico estaba bajo el régimen de Prisma, programa para detenidos con problemas psiquiátricos y adicciones del penal de Ezeiza que reemplazó a la vieja Unidad 20 del Hospital Borda, desactivada tras un incendio producido en mayo de 2011.
En junio de 2022, en tanto, le concedieron la detención domiciliaria con portación de una tobillera electrónica en la casa de su madre dentro del complejo habitacional Piedrabuena del barrio de Villa Lugano, al sur de la ciudad de Buenos Aires. Cien días después, el régimen se flexibilizó aún más: le permitieron circular más allá de esa vivienda y dejó de usar el dispositivo que tenía amarrado en una pierna. Para eso fue necesario que su mamá firmara un documento en el que se disponía a “asumir el compromiso de constituirse como referente de su hijo a los fines del cumplimiento de las obligaciones que eventualmente se le impusieran”.
Aquella resolución que le permitía a Pity una libertad condicional explicaba que “luego de seis meses de tratamiento, se puede decir que no representa peligro ni para sí ni para terceros”, en parte porque “las facultades mentales se encuentran estabilizadas”. Sin embargo, ese beneficio exigía el cumplimiento de una serie de condiciones, entre ellas “abstenerse de consumir bebidas alcohólicas y estupefacientes”, no concurrir a “espectáculos públicos y comercios de expendio de bebidas alcohólicas”, moverse únicamente dentro del área AMBA y no acercarse a menos de doscientos metros de la familia de Cristian Díaz, la víctima del homicidio por el cual está imputado.
En ese momento alguien cercano al músico le había asegurado a Página/12 que “acataba todas las normas de conducta y se comunicaba con el poder judicial siempre que era necesario, además de tener un trato muy ameno en las distintas visitas que recibía por la causa: incluso varios funcionarios indicaban que Pity era adorable”. Más cerca en el tiempo, otra fuente revela que los tratamientos tuvieron resultados dispares, aunque “las salidas recreativas que le fueron concediendo las realizó sin problemas”. Acaso por esto último, empezó a recibir nuevas autorizaciones. Y una de ellas es la de poder subirse a un escenario nuevamente, algo que está previsto para el viernes 5 de diciembre de 2025 en el estadio de Vélez.
Fuente: Pagina12