Por Irina Hauser
El repudio generalizado desde sectores de la oposición a la amenaza de Javier Milei en su cuenta de “X” con “ir a buscar hasta el último rincón del planeta” “a los zurdos hijos de puta” comenzó a tomar forma de denuncias penales. Con su discurso un día después en el Foro Económico Mundial en Davos, lleno de diatribas contra la población LGBT+, el feminismo, el ambientalismo y lo que llamó el “virus mental de la ideología woke”, el Presidente aportó más material para las presentaciones judiciales. En Comodoro Py hay al menos cuatro que le atribuyen los delitos de amenazas, intimidación pública, incitación al odio, apología del delito, incitación a la violencia colectiva, abuso de autoridad y violación de la ley contra la discriminación. Después de la primera denuncia, de Daniel Catalano (secretario general de ATE Capital), llegaron a los tribunales federales las del abogado Gregorio Dalbón, el diputado socialista Esteban Paulón y la Federación Argentina de Lesbianas, Gays, Bisexuales y Trans (FALGBT+). Habrá más, seguro del PTS/Frente de Izquierda y del bloque de Unión por la Patria de la Cámara de Diputados.
El posteo que motivó las primeras presentaciones penales era un texto en defensa de su amigo Elon Musk, cuestionado por protagonizar un símil saludo nazi el día de la asunción de Donald Trump en Estados Unidos, que titulaba “Nazi las pelotas”. Además de elogios al magnate, decía que “toda la progresía internacional se monta sobre el inocente gesto de @elonmusk para tildarlo de nazi. Porque su lucha por la libertad atenta contra el control hegemónico del wokismo internacional”. Agregaba que “Elon” no está solo, y que son “millones” quienes irán “a buscar” a los “zurdos hijos de puta”. “Tiemblen”, advertía. En Davos se explayó sobre su llamada “batalla cultural” y definió al “wokismo” como “un cáncer que hay que extirpar” y en el que incluyó “feminismo, diversidad, inclusión, equidad, inmigración, aborto, ecologismo, ideología de género” que para él “son cabezas de una misma criatura cuyo fin es justificar el avance del Estado mediante la apropiación y distorsión de causas nobles”.
Las denuncias
Para aclarar los tantos, la FALGBT explica en su denuncia de qué habla Milei cuando alude a la “ideología woke“: “En las comunidades negras de Estados
Unidos ‘woke‘ era usado para describir a las personas que han
despertado (de “wake up” en inglés) y están alertas a las
injusticias. La ‘Agenda Woke‘ hace referencia a un conjunto de
ideas y propuestas centradas en la justicia social, la igualdad de
género, los derechos LGBT+, la equidad ‘racial’ y la protección
medioambiental”. Por eso, explica el escrito, cuando Milei la equipara con un “virus mental” “expresa
abiertamente una amenaza hacia colectivos sociales enteros,
personas racializadas, activistas ambientales y personas
lesbianas, gays, bisexuales, travestis, trans, intersex y no
binarias, entre otras”. En los mismos términos plantea el tema el diputado Paulón. La FALGBT, además, pide un habeas corpus preventivo “para
todas las personas que defienden los Derechos Humanos,
las diversidades, a las mujeres, a trabajadores y al
cuidado del medio ambiente en Argentina”.
La denuncia inicial, de Catalano, le tocó al juzgado 11, que subroga Julián Ercolini. La de Dalbón fue al juzgado 6, que cubre Daniel Rafecas. El abogado pidió que se habilite la feria por ser un asunto de “extrema gravedad institucional” y se indague a Milei. Sostuvo que su tuit es una “amenaza explícita a quienes disentimos con su posición política indicándonos como enemigos a los que él y sus seguidores deben perseguir”. Dijo que que son declaraciones “cargadas de odio y violencia” inadmisibles en “un sistema democrático”. Agregó: cuando “la máxima autoridad del país emite un comunicado que incita a la violencia y la persecución, no se trata de una opinión personal, sino que tiene implicancias institucionales y configura una amenaza al orden democrático (…) se corre el riesgo de que estas actitudes sean naturalizadas por la sociedad y ello derive en un aumento de los discursos del odio, de la discriminación, de la polarización social y en actos de violencia contra sectores opositores”. Hablar de “zurdos hijos de puta”, señala Dalbón, descalifica a quienes se identifican con una “ideología alejada de la derecha”, “deshumaniza” y es un acto de “discriminación e intolerancia”. El abogado, además, amplió la denuncia por las declaraciones en Davos.
Las denuncias de la FALGBT+ y Paulón también subrayan la gravedad de determinadas manifestaciones en boca de la máxima autoridad del país. Advierten que identificar y singularizar a determinados grupos sociales y políticos por considerarlos “enemigos” del proyecto político libertario y llamar a perseguirlos, de por sí es una “expresión de voluntad persecutoria e intimidatoria” que incita al odio. Sugerir “erradicarlos” también afecta la seguridad pública al infundir temor. El mensaje de Milei, tanto del tuit como el de Davos, “representa una amenaza concreta a los derechos y garantías de todas las personas”, explican. Respecto del segundo advierten, además, que Milei recurre a falsedades. En base a un caso particular en Estados Unidos describió a las diversidades sexuales como “pedófilos y degenerados”. “La ideología de género constituye lisa y llanamente abuso infantil”, afirmó. Otro invento que sumó: “Están dañando irreversiblemente a niños sanos mediante tratamientos hormonales y mutilaciones”. Después que cuestionó la figura penal con el agravante femicidio, el gobierno hizo trascender que enviará un proyecto para eliminarla. El objetivo de todos estos planteos, dicen las denuncias, es justificar la “discriminación, violencia y los crímenes de odio contra diversos grupos sociales”.
Desafiar la naturalización
La normalización de estos discursos violentos y del llamado a perseguir/castigar a quienes piensan distinto (fomentados desde el poder más alto) es una de las grandes preocupaciones que representa todo un desafío para los sectores de la política que apuestan a romper esa tendencia. Uno de los caminos es recurrir al Poder Judicial. Las denuncias conocidas hasta ahora no han mostrado frutos: un ejemplo es la que hizo la legisladora Victoria Montenegro cuando el Presidente dijo que quería ponerle “el último clavo al cajón del kirchnerismo con Cristina adentro”; otra fue de la rectora de la Universidad Nacional del Comahue, Beatriz Gentile, cuando Milei retuiteó a un usuario que un día antes del tratamiento en Diputados del veto presidencial a la ley de financiamiento universitario, decía: “Están avisados zurdos. Después no lloren DDHH y lesa humanidad”. El diputado y presidente de la Coalición Cívica-ARI Maximiliano Ferraro, le mandó en noviembre a Milei una carta documento para que revise su posición en Naciones Unidas rechazando los proyectos para intensificar la lucha para prevenir y eliminar la violencia contra las mujeres y niñas y por los derechos indígenas. Ferraro analiza sumarse a alguna denuncia por los últimos dichos de mandatario.
“Milei profirió una amenaza, no una opinión, para todos los que se identifiquen con una ideología contraria a la suya y específicamente a la izquierda. Llama a que otros nos ataquen, dice que son miles. Es gravísimo. No son amenazas a futuro, desde el poder del Estado cobran realidad”, dijo la exdiputada Miryam Bregman a Página/12, que hará este viernes una denuncia con el PTS/FIT. Recordó que el abogado Matías Aufieri recibió un balazo en un ojo que afectó su visión en una de las movilizaciones de 2024. “No olvidemos que todo esto proviene de nuestras críticas a Elon Musk por haber hecho el saludo nazi: estamos hablando de la defensa de un acto antisemita”, sostuvo. “Es importante llevar esto a tribunales como mensaje político de que no vamos a naturalizar lo que dice el presidente, lo tomamos en serio, es grave, corresponde una denuncia –remarcó–. Cuantos más sectores lo repudiemos ayudamos a que se visualice que son caminos peligrosos la discriminación y la persecución. Tienen consecuencias”.