La ciencia estudió este habito que se vio empeorado por la llegada del teletrabajo, algo que afecta a los niveles de productividad.
El hábito de mantener múltiples pestañas abiertas en el navegador se convirtió en una práctica común entre muchos usuarios. Este comportamiento, conocido como “síndrome de las ventanas abiertas”, ganó relevancia con la expansión del teletrabajo. La creencia de que la productividad aumenta con la cantidad de ventanas abiertas en la pantalla es un error frecuente. Es por eso que la ciencia estudió este comportamiento y descubrió un problema.
El teletrabajo ofrece numerosas ventajas, como el aumento de la confianza en los equipos, el incremento del compromiso y la autorresponsabilidad, y la atracción de talento mediante condiciones laborales flexibles. Sin embargo, también presenta aspectos negativos. Manel Fernández Jaria, profesor colaborador de los Estudios de Economía y Empresa de la Universidad abierta de Cataluña, señaló que la implementación del teletrabajo trasladó el modelo de oficina a los hogares, lo que aumentó problemas como la hiperconexión.
El significado de tener muchas ventanas abiertas en el navegador
El “síndrome de las ventanas abiertas” consiste en mantener numerosas pestañas de navegación abiertas simultáneamente. Este hábito lleva a saltar de una tarea a otra sin completar ninguna de ellas. La multitarea, lejos de aumentar la productividad, reduce la eficiencia y la calidad del trabajo.
Fernández Jaria explicó que la multitarea ralentiza el ritmo de trabajo y afecta negativamente la productividad. Además, aumenta el cansancio y la carga mental, que se refiere al conjunto de requerimientos cognitivos a los que se somete el trabajador durante la jornada laboral. Cuando los líderes adoptan este estilo de trabajo, las consecuencias pueden ser perjudiciales para todo el equipo, ya que interrumpen constantemente a sus colaboradores y reducen su productividad.
A pesar de sus efectos negativos, la multitarea es un hábito extendido. Fernández Jaria identificó dos razones principales para este comportamiento. La primera se relaciona con la corteza prefrontal del cerebro, que muestra preferencia por las novedades. Al cambiar de tarea, el cerebro recibe una recompensa de dopamina, lo que genera la sensación de ser más productivo. Sin embargo, estar ocupado no equivale a ser productivo.
La segunda razón es que realizar múltiples tareas simultáneamente genera la sensación de potenciar el rendimiento y aumentar la autoestima. No obstante, esta percepción es engañosa, ya que en realidad reduce la productividad. Chris Bailey, escritor y consultor de productividad canadiense, señaló que la productividad no se mide por la cantidad de tareas realizadas, sino por la eficiencia y calidad con la que se completan.
La solución a este problema radica en adoptar la monotarea, que consiste en enfocarse en una sola tarea a la vez. Este enfoque permite completar las actividades con mayor eficiencia y calidad, reduciendo el estrés y la carga mental. La monotarea mejora la concentración y aumenta la productividad, lo que beneficia tanto al trabajador como al equipo en general.
Fuente: Ambito