La dirección libertaria de Aerolíneas Argentinas –empresa que el Gobierno de Javier Milei busca rematar al mejor postor– suspendió este lunes de manera unilateral la reunión paritaria que tenía prevista con los gremios aeronáuticos como respuesta a las medidas de fuerza que están desarrollando los trabajadores y que afectaron los vuelos en Aeroparque y otros aeropuertos del país. “Es absolutamente inaceptable que, en lugar de enfrentar las legítimas demandas de los trabajadores, los directivos de la empresa elijan irresponsablemente transferirnos las propias limitaciones en su gestión operativa y el de un conflicto que no son capaces de manejar”, les contestaron desde el gremio de pilotos APLA, y aseguraron que los funcionarios “quieren culpar a los trabajadores” por el conflicto
“Llevamos meses sin una recomposición salarial, y las medidas de acción tomadas por APLA se anunciaron y programaron con antelación ante la falta de avances en las negociaciones. La empresa rompió unilateralmente las negociaciones durante dos meses. Hoy, cuando las consecuencias que APLA había anticipado son evidentes, deciden culpar a los trabajadores”, sostiene el comunicado de los trabajadores difundido por las redes sociales.
Los pilotos indicaron que “la empresa ha tenido tiempo más que suficiente para actuar y encontrar soluciones, pero optó por ignorar los reclamos, intensificando temerariamente la situación con mensajes que demonizan la profesión, viralizando recibos de sueldo falsos, enfatizando supuestos “privilegios” y burlándose de las necesidades de quienes, día tras día, dan todo por los pasajeros”.
“La afirmación de que APLA busca una lucha política personal es completamente infundada e inapropiada. Nuestro único objetivo es defender los derechos de los trabajadores y recomponer los paupérrimos salarios que actualmente perciben los/las pilotos, continuando con el mandato unánime recibido por parte de una Asamblea multitudinaria de pilotos”, concluye el comunicado.
Los empleados marcharon con sus uniformes por los pasillos del Aeroparque y repartieron folletos con la leyenda “Detrás de cada piloto y tripulante de cabina, hay una familia”, al marcar que tras ocho meses sin paritarias, los sueldos tienen un atraso del 90 por ciento.
El “volantazo” fue el segundo que llevan adelante los gremios, después d ela protesta del 24 de octubre, con el fin de “transmitir en persona el momento que estamos atravesando como trabajadores con una paritaria congelada y la amenaza directa a los puestos de trabajo por la privatización de Aerolíneas Argentinas”.
Matías Bagnato, quien el 1994 fue el único sobreviviente del asesinato de toda su familia, es comisario de a bordo desde esa época y expresó que “el Gobierno utiliza el problema salarial para generar el conflicto”.