El futbolista Rodrigo Garro, imputado por homicidio culposo tras un accidente en La Pampa que resultó en la muerte de un motociclista, volvió a Brasil para sumarse a la pretemporada del Corinthians.
Aunque evitó a la prensa en su llegada y se retiró por una puerta alternativa en el aeropuerto, el técnico Ramón Díaz se refirió al caso: “Ciertamente es una situación muy difícil, pero se va a resolver”.
Garro arribó a Brasil el lunes 6 de enero por la noche, pero su retorno estuvo marcado por el hermetismo. Según reportaron medios locales, el volante no realizó declaraciones públicas y optó por evitar el contacto con periodistas al salir por otra puerta.
Pese a la gravedad del hecho, el jugador retomó las actividades con el plantel que dirige el riojano Díaz, mientras el proceso judicial en su contra sigue su curso en Argentina. Además, el técnico expresó su confianza en el sistema judicial: “Tengo mucha fe en la Justicia de Argentina”.
La Fiscalía formalizó la imputación por homicidio culposo y ordenó la inhabilitación de la licencia de conducir de Garro, aunque no solicitó medidas de coerción. Según el fiscal Francisco Cuenca, no se impusieron restricciones para que el mediocampista pueda viajar al exterior debido a su colaboración con la causa y la falta de riesgo de fuga.
Además, Cuenca explicó que la investigación está en curso, con análisis de cámaras de seguridad y pericias técnicas para determinar las responsabilidades en el accidente.
El caso, que generó un fuerte impacto tanto en el ámbito deportivo como judicial, continúa bajo la lupa de las autoridades y entre las pericias pendientes se evalúan las condiciones de ambos vehículos y el estado del motociclista fallecido al momento del accidente. Mientras tanto, Garro permanece en Brasil, donde continúa entrenando con Corinthians, a la espera de nuevas resoluciones judiciales.
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