Desde Rosario
La Plaza 25 de Mayo fue, nuevamente, el escenario elegido para expresar el acompañamiento a Cristina Fernández de Kirchner en Rosario. Una semana atrás, cuando la Corte dejó firme la condena por la causa Vialidad, distintas expresiones del campo nacional y popular se congregaron de forma espontánea en esta plaza histórica de la ciudad. Aquel encuentro tuvo la impronta de una catarsis colectiva, donde la militancia no podía esconder su tristeza. Una semana después, el clima es completamente distinto. Las organizaciones corean su nombre, la gente se prende a las arengas. También aquí el peronismo volvió a desempolvar el cantito de la hora: “¡A volver, a volver, vamos a volver!”
La gente fue copando la plaza desde antes de las cinco de la tarde. La convocatoria tuvo sus idas y vueltas. A principio de semana, la actividad se había anunciado para este miércoles por la mañana, frente a los Tribunales Federales de Rosario, con la intención de plegarse a la caravana que, en la Ciudad de Buenos Aires, iba a acompañar a la expresidenta desde su departamento en el barrio de Constitución, hasta Comodoro Py, donde sería notificada sobre los detalles de la sentencia. Pero la posibilidad de generar esa postal aceleró los trámites: la notificación de la Justicia llegó el martes por la tarde y la prisión domiciliaria de Cristina comenzó a regir desde entonces.
Toda esa situación también alteró los planes en Rosario. Se cambió la sede y el horario. Y si bien el número estuvo lejos del millón de personas, una muchedumbre importante se agolpó en la plaza. Los catorce policías que custodian las obras de refacción sobre el Palacio Municipal dan cuenta de eso. Tampoco faltan los vendedores, que apelan a la feligresía peronista para hacerse un mango. Pastelitos, roscas, chipá, cervezas, gaseosas. “Como se puede”, responde un churrero a cómo vienen las ventas. Un colombiano, con un termo a cuestas, vende café de su país. Tampoco faltan los manteros que venden banderas: de Argentina, de Cuba, de Palestina, de Cristina Fernández de Kirchner.
El escenario está un poco más organizado que la semana pasada. Hay una pantalla, luces, varios parlantes, pie de micrófono. La voz cantante la toma Majo Poncino, secretaria adjunta de la departamental rosarina del Partido Justicialista, reemplazando al diputado nacional Germán Martínez, que movilizó en Buenos Aires.
El acto comenzó con la lectura de un documento del justicialismo local, que denunció la “gravedad institucional” del fallo del máximo tribunal. “No estamos frente a un fallo judicial, sino ante un acto político de carácter antidemocrático”, señaló Poncino. “La decisión de ponerle un cepo al voto popular va en contra de los preceptos sobre los fundamentos de nuestro país y nuestra Constitución”, añadió.
El escrito también puso el foco en las consecuencias del fallo: “No perjudica a una dirigente, ni a un partido político en particular. Es un hecho que daña profundamente la credibilidad de las instituciones argentinas y que debe despertar el repudio de todos los espacios políticos del país. Nuestro partido conoce de proscripciones, fusilamientos, bombardeos y desaparecidos. No será la primera vez que el poder económico de la Argentina intente resolver de manera ilegal, irregular y anticonstitucional, su problema principal: la existencia de una fuerza política que plantea una alternativa a un modelo excluyente y fracasado como el de Javier Milei”.
En las calles
La jornada contó con la presencia de distintos referentes del peronismo a nivel local y provincial. Entre ellos, la diputada provincial Lucila De Ponti, quien consideró que la convocatoria es “en defensa de la democracia” y la posibilidad de que la ciudadanía elija a sus representantes sin limitaciones. “Lo que se está viendo es que gran parte de nuestro pueblo no quiere aceptar mansamente que se restrinja nuestra posibilidad de participación política”, expresó. Además, puso el foco en la nueva etapa que se abre en el peronismo: “Santa Fe fue un ejemplo de que la unidad es un camino necesario. Ahora debemos hacer una reflexión respecto a lo que ha sucedido en los últimos años y esforzarnos para volver a representar la agenda social que la gente nos pide”.
Entre las organizaciones convocantes también se encontraba la Intersindical Rosario, que nuclea a distintas expresiones gremiales de la ciudad. “Hace unos días, en esta misma plaza, nos movilizamos para decir que el fallo era injusto. Hoy volvemos a repetirlo y a manifestar que, en realidad, lo que les molesta es la democracia y que digamos basta a estas políticas de hambre. Están regalando todo y lo hacen porque tienen a sus amigos en el poder. Y la única manera de frenarlo es estando unidos y organizados”, sostuvo Analía Ratner, secretaria general de La Bancaria.
En una misma línea se pronunció Carlos Ghioldi, referente local de la CTA de los Trabajadores, quien llamó a seguir demostrando el descontento en las calles. “No se puede separar esta condena del intento de magnicidio, ni del decreto que permite detener a cualquier ciudadano por la portación de cara sospechosa, ni de la garroteada que todas las semanas le dan a los jubilados”, expresó y agregó: “Tienen la intención de cambiar el régimen que vivimos desde diciembre de 1983. No pierden ni un minuto a la hora de avasallar la democracia en la que vivimos. Esa es la magnitud de lo que tenemos adelante”.
Reclamos y cortes
Por la mañana, organizaciones sociales, políticas y gremiales de la ciudad concentraron en el puente ubicado en Presidente Perón y Circunvalación. De la actividad participaron los gremios locales nucleados en la Confederación Argentina del Transporte (Catt), los trabajadores estatales nucleados en ATE Rosario, y distintas organizaciones sociales. La manifestación en apoyo a Cristina Fernández de Kirchner también incluyó cortes de calles en Ayacucho y Circunvalación, Oroño y Batlle y Ordóñez, Alfonsín y Laguna, Sorrento y Casiano Casas.
Eduardo Delmonte, de la Corriente Clasista y Combativa (CCC), sostuvo que la detención a la expresidenta es una forma de “enviar una señal” al resto de las organizaciones políticas, sociales y gremiales. “Buscan demostrar que si se pueden meter con ella, se pueden meter con todos”, denunció. “El gobierno subestimó a los argentinos, que tienen encima muchos años de lucha. No importa cómo votemos, no estamos dispuestos a resignar las libertades democráticas ni la soberanía nacional”, añadió.
Por su parte, Lorena Almirón, secretaria general de ATE Rosario, consideró que la jornada de protesta va más allá de la proscripción contra la expresidenta: “También nos movilizamos por el ajuste, porque los trabajadores estatales la estamos pasando muy mal, con salarios y condiciones de trabajo pésimos y a todo esto se le suma que no hay libertades democráticas”.