Los movimientos sociales hicieron una jornada de lucha en todo el país. Denunciaron así que la ministra Sandra Pettovello hizo nuevas bajas masivas en el programa Volver al Trabajo. Además, le exigieron al gobierno por la continuidad del monotributo social, un aumento en el salario social complementario y la devolución de los alimentos a los comedores populares. En Buenos Aires la principal concentración estuvo en el Puente Pueyrredón, donde los manifestantes cortaron la avenida Mitre.
La protesta empezó a las once de la mañana. A las doce, cuando se conoció la noticia de que la Corte iba a tratar el caso de Cristina, la posibilidad de que fuera detenida se convirtió en el tema de todas las conversaciones. Parte de las organizaciones -las que integran la Unión de Trabajadores de la Economía Popular- habían estado la noche anterior en la puerta de la sede del PJ, dándole su apoyo. Pero antes del mediodía la gente había coreado el que se vayan todos: un reflejo del clima de la decepción que atraviesa a los sectores populares.
Los movimientos organizaciones están golpeados por el gobierno de Milei, que desconoció su representatividad, negándose a tratar con ellas, y les quitó recursos para organizase, como los alimentos de los comedores y merenderos. Sin embargo, no pudo terminar con ellas, como es su intención. Los movimientos siguen nucleando vecinas y vecinos en sus centros, las ollas se sostienen con donaciones -la gobernación bonaerense está aportando también mucho- y hay nuevas familias que se acercan buscando un plato de comida. Este martes, en la avenida Mitre, cubrían dos cuadras y media, habían reunido una cantidad no menor para la actual situación.
La ministra de Seguridad, Patricia Bullrich, desplegó un operativo de la Policía Federal y la Prefectura, pero no reprimió. La cartera de Pettovello hizo a los manifestantes un acto de humillación, ya que los invitó a hablar con un funcionario de la Secretaría de Niñez y Adolescencia. Hacia allá fue una delegación, que al llegar se encontró con que les dijeron que no había nadie del área para atenderlos. Finalmente salió a hablar con ellos una directora de Recursos Humanos, sin decisión en los temas en reclamo.
“El gobierno no tiene ninguna intención de resolver la situación de emergencia que vive nuestro sector, y eso nos empuja a definir nuevas acciones de protesta”, dijo Johanna Duarte (Unión de Trabajadores de la Economía Popular ).
Además de las bajas en los programas, el mayor problema de quienes tienen un plan Volver al Trabajo (o un Acompañamiento Social) es que fue congelado por el gobierno en 78 mil pesos. Ese monto no es actualizado desde diciembre de 2023.
Por otra parte, miles de beneficiarios han perdido su obra social porque el ministerio dejó de realizarles aportes en el monotributo social. Finalmente, los comedores y merenderos continúan sin recibir alimentos del estado nacional, pese a los fallos judiciales que le ordenaron restituirlos.
Participaron de la jornada la Unión de Trabajadores de la Economía Popular -que agrupa al Movimiento Evita, la CCC, el Frente Popular Darío Santillán y Somos Barrios de Pie-, el Frente de Lucha Piquetero liderado por el Polo Obrero e integrado por una veintena de organizaciones sociales y las organizaciones agrupadas en Territorios en Lucha.
En un comunicado de prensa, las organizaciones advirtieron que “A un año y medio de la asunción del gobierno de Milei, crece el hambre, aumentan los despidos y la informalidad laboral, se derrumban los salarios y las jubilaciones. El trabajo en la economía popular, principal fuente de ingresos de más de 9 millones de personas –en especial de los barrios populares, donde las políticas de ajuste impactan con mayor crudeza–, está en jaque por el congelamiento y las bajas del Salario Social Complementario, sumado a la apertura de las importaciones, la caída del consumo y la persecución del comercio popular”.