La conflictividad social en las calles no se detendrá. La próxima semana la multisectorial por la Soberanía, el Trabajo Digno y los Salarios Justos, instalará una serie de populares solidarias en la zona del barrio porteño de Constitución. Será el miércoles 9 de julio bajo la consigna de “una nueva Independencia Nacional donde reine en el pueblo el amor y la igualdad”.
La Confederación Argentina de Trabajadores del Transporte (CATT), la organización que aglutina a los sindicatos más importantes del transporte, llevará adelante el peso de la organización de estas ollas populares. La distribución de la comida será a partir de las 12 frente a la Iglesia Inmaculado Corazón de María, en la calle Constitución 1077. No muy lejos de allí está el departamento donde vive la expresidenta Cristina Fernández de Kirchner.
En un comunicado de la CATT firmado por su titular, Juan Carlos Schmid (Dragado y Balizamiento) y su secretario de Prensa, Juan Pablo Brey del gremio de aeronavegantes, “la imposición de la barbarie económica, como norte de la gestión nos conduce hacia un callejón sin salida”. Además, plantearon que “se ha instalado un proyecto salvaje y despiadado que amenaza con devorarse todo lo que pueda” y que “la infamia se impone como principio rector celebrando la crueldad contra los más humildes como si fuera una virtud”.
En ese sentido, la CATT advierte que “este 9 de Julio nos tiene que hermanar en la sublevación, en la solidaridad, no vamos a permanecer indiferentes si uno de los nuestros sufre”, agregaron, y concluyeron: “No podemos permanecer pasivos si nuestros pibes tienen hambre, si nuestros viejos son gaseados por exigir Justicia Social”.
La CATT es la organización de sindicatos más fuerte que forma parte de la multisectorial por la Soberanía, el Trabajo Digno y los Salarios Justos. La semana pasada debutó con una fuerte movilización que primero se dirigió al Ministerio de Desregulación que conduce Federico Sturzenegger para luego sumarse a la marcha de los jubilados.
Romper la inercia
La multisectorial es una de las formas que eligieron gremios adheridos a la CGT para romper la inercia que los triunviros le impusieron a la central obrera, hoy más proclive al “diálogo institucional” con el gobierno de Milei que al reclamo activo y con acciones directas para defender los derechos laborales.
El miércoles de la semana pasada, la multisectorial se presentó en la calle. En aquella oportunidad, Schmid afirmó a este diario que “si no podemos dar unidad conceptualmente, tenemos que estar en unidad en la acción. El camino es este, hay compañeros que creen en la expresión de diálogo del Presidente, pero yo creo que este gobierno lo único que quiere es nuestra rendición incondicional”, dijo mientras recorría las calles en dirección al Congreso. Estaban con él, además de Brey, dirigentes como Omar Maturano (La Fraternidad), Julio Piumato (Judiciales), Roberto Coria ( Guincheros) y Pablo Biró de Pilotos.
Ese día Biró indicó que “la protesta va tomando forma, tenemos que detener la imposición de estas políticas de desguace que después van a ser muy difíciles de recomponer. Están dejando el país endeudado con una matriz social rota, muy lastimada”.
La multisectorial no se limita a los gremios de la CGT. También participan las dos expresiones de la Central de Trabajadores Argentinos, la Autónoma y la de los Trabajadores. También están organizaciones sociales como la Unión de Trabajadores de la Tierra, la Corriente Clasista y Combativa, Barrios de Pie, el Movimiento Evita. Hugo Yasky, dirigente sindical y diputado por Unión por la Patria sostuvo que la multisectorial era un espacio más positivo porque era “la primera vez que logramos una convergencia tan amplia en un mismo frente. Estamos llenando un vacío de conducción. El movimiento sindical sabe que con este gobierno no hay diálogo posible porque vino a destruir las conquistas de los trabajadores”.
Esta multisectorial, donde predomina la CATT, no es la única. También está la Confederación de Sindicatos de la Industria, donde pesan gremios como el Smata, los mecánicos que lidera Ricardo Pignanelli y la Unión Obrera Metalúrgica con Abel Furlán como secretario general. Este sector forma parte de esa estrategia de movilizar a la CGT desde estos agrupamientos de sindicatos por actividad hasta tanto se renueven las autoridades de la central obrera. Un proceso previsto para noviembre próximo.