Federico Storani agitó la ya movida interna del partido centenario. Al ser consultado sobre la ruptura del bloque de la UCR en Diputados, el viejo dirigente radical lejos de criticarla la celebró como una de las decisiones más razonables. “La verdad, yo creo que es una buena noticia”, dijo durante una entrevista en Radio Con Vos. “No se podía convivir más, porque ya lo que existe son diferencias de fondo; no es por un cargo más o un cargo menos, acá de lo que se trata es de delinear el futuro, hacia dónde quiere ir cada uno”, abundó.
La ruptura del bloque de diputados radicales en el Congreso de la Nación fue una de las noticias más importantes de la semana con réplicas, análisis y evaluaciones de su impacto abiertas incluso durante el fin de semana. Rodrigo de Loredo, presidente del bloque, fue una de las voces que apareció el domingo para cuestionar la decisión, titular a los que se fueron de ultra opositores y sobre todo defender las posturas que llevaron al conflicto. “Nosotros somos oficialistas del cambio y no de un gobierno”, dijo en una entrevista, en la que se diferenció del sector que encabezan Martín Lousteau y Facundo Manes.
Storani se metió en medio de esa polémica; defendió la posición de los duros y cuestionó incluso al presidente del bloque de quien dijo que en los hechos había sido reemplazado ya por los diputados más alineados con el gobierno libertario.
“¿Quién saca provecho de esta división?”, le consultaron al viejo dirigente. Allí dijo que ya non se podía convivir más y añadió: “La claudicación de algunos legisladores pertenecientes al bloque de la Unión Cívica Radical con la tolerancia de la conducción del bloque en dos proyectos claves, que eran, además, autoría del propio radicalismo, que tuvieron todo el trámite parlamentario correspondiente y que incluso fueron votados a favor, para luego cambiar el voto en el medio prebendas de por medio, para luego sostener el veto presidencial, habla de una claudicación insostenible y de una incompatibilidad porque ya es ideológico”.
Y dijo: “Hoy, el bloque que supuestamente antes presidía De Loredo, en realidad lo lidera Mariano Campero, alineado totalmente con el gobierno de Javier Milei, y la decisión que se ha producido es lo que nosotros interpretamos como lo auténticamente radical”.
Del otro lado, las cosas no parecen estar tan claras. El sector de los aliados al gobierno se preparan para el funcionamiento dentro de la Cámara Baja que promete más batallas. “En nuestro caso vamos a mantener el mismo comportamiento”, dijo sobre el tema De Loredo cuando también lanzó la idea del bloque “oficialistas con los cambios”. “La fracción de 12 diputados de 33 que se referencian en Lousteau y Manes tienen una postura ultraopositora –explicó–: así se van a corresponder, me parece, sus comportamientos en el Parlamento. Nosotros, en cambio, tenemos una postura no oficialista, pero de cooperación con el Gobierno, marcando nuestros límites y diferencias. De hecho, fuimos autores de los dos proyectos más complejos que atravesó el oficialismo en el Congreso: el aumento para los jubilados y mayor financiamiento para las universidades. A mi juicio, el radicalismo tiene que ser oficialista del cambio. Eso no significa ser oficialista de un gobierno. No lo somos y vamos a seguir actuando de la misma manera”.