Un hito de la lucha por los derechos humanos en la Argentina tuvo su homenaje este martes. La diputada y presidenta de la Comisión de Derechos Humanos de la Legislatura, Victoria Montenegro, convocó a un acto en el Salón Dorado un acto por el Día Nacional por el Derecho a la Identidad, para conmemorar los 40 años de la creación del Índice de Abuelidad, con el cual se han logrado encontrar al momento a 137 nietos. Del evento participó Paula Logares Grinspon, primera nieta restituida por Abuelas de Plaza de Mayo, junto a su abuela, Elsa Pavón. “En Paula y Elsa tenemos la fuerza para seguir adelante y buscar a los nietos que nos faltan”, aseguró Montenegro.
En el evento organizado por la presidenta de la Comisión de Derechos Humanos, Garantías y Antidiscriminación de la Legislatura Porteña estuvieron presentes, entre otras personas, el secretario general de La Bancaria, Sergio Palazzo; el secretario de Derechos la exdiputada Vilma Ripoll; el genetista Víctor Penchaszadeh, actual integrante del Consejo Consultivo del Banco Nacional de Datos Genéticos (BNDG) que en 1982 contribuyó junto con Estela de Carlotto y Chicha Mariani a la elaboración del Índice; y a la directora general técnica del BNDG; Mariana Herrera Piñero. Al finalizar el acto, Penchaszadeh y Piñero recibieron un diploma en reconocimiento al invaluable aporte científico que han realizado para impulsar la búsqueda de los nietos apropiados.
Montenegro destacó lo valioso del encuentro “en estos tiempos tan oscuros, tan complejos y a veces tan dolorosos, para pensar juntos la potencia de nuestra historia, de las resistencias que estuvieron antes que nosotros, que son las Madres y las Abuelas, con los caminos que se abrieron respondiendo a tanto horror de una forma profundamente humana y amorosa“. En relación al 40° aniversario del Índice de Abuelidad, destacó la importancia de que tuvo el aporte científico en la lucha por la restitución de los nietos.
“Hoy en las escuelas si les preguntamos a los chicos cómo aparece un nieto o nieta hay una respuesta casi obvia, que es por la genética, pero cuando nosotras desaparecimos no existía. Y hubo quienes decidieron abrir caminos, y que hicieron posible en el retorno de la democracia que tengamos un Banco Nacional de Datos Genéticos”, resaltó la diputada por la Ciudad, y agregó: “En Paula y Elsa tenemos la fuerza para seguir adelante y buscar a los nietos que nos faltan”.
Cómo identificar a los nietos apropiados por los responsables del terrorismo de Estado. Esa era la pregunta que, hacia el final de la última dictadura cívico-militar, desvelaba a las Abuelas. La necesidad de buscar soluciones las llevó a contactarse con Víctor Penchaszadeh, un médico pediatra de la UBA que se había exiliado tras ser perseguido por la Triple A, y que continuó sus estudios en el exterior, en donde se especializó en el campo de la genética. En 1982, Estela de Carlotto y Chicha Mariani conocieron a Penchaszadeh, quien a su vez creó el vínculo con la genetista estadounidense Mary-Claire King. Así comenzó a gestarse el denominado Índice de Abuelidad, un procedimiento científico que permite determinar una relación de parentesco sin los padres, mediante el análisis de material genético de los abuelos y abuelas, y que posibilitó que el 13 de diciembre de 1984 Paula Eva Logares Grinspon se convirtiera en la primera nieta restituida por Abuelas de Plaza de Mayo.
El caso de Paula
Al comienzo del acto se mostró un emotivo video documental sobre la historia de la familia de la primera nieta restituida por Abuelas. El 18 de mayo de 1978, en Montevideo, fueron secuestrados Claudio Ernesto Logares y Mónica Sofía Grinspon junto a su pequeña hija Paula, que en aquel momento tenía menos de dos años. Fueron traídos a la Argentina y estuvieron en cautiverio en la Brigada de San Justo. La pareja, al día de hoy, permanece desaparecida, mientras que su hija fue apropiada durante seis años por el subcomisario Rubén Lavallén y su esposa.
“Desde que a mi me separan de mis padres viví momentos horribles, pero gracias al trabajo de mi abuela, mi familia y la Asociación Abuelas de Plaza de Mayo y un montón de gente que formaba parte del equipo, agradezco y celebro el estar en casa”, afirmó Paula, que destacó la importancia que tuvo y tiene la construcción colectiva en la lucha por la Memoria, la Verdad y la Justicia, y en la búsqueda de los nietos apropiados durante el terrorismo de Estado.
Por otra parte, recordó las movilizaciones durante los primeros meses desde el regreso de la democracia, en las cuales el caso de Paula se había convertido en un icono de la lucha por la recuperación de la identidad de los nietos apropiados durante la dictadura. “Lo que a mí me sorprendió, cuando yo ya estaba con mi abuela, era la cantidad de marchas y manifestaciones que se hacían con mi nombre. Y no es que todas esas personas me conocían, tenia que ver con creencias y convicciones. Eso también tiene que ver con todo lo que consiguieron las Abuelas”, aseguró.
“Lo que nosotros queríamos no era venganza, era que nuestros nietos supiesen que no los habíamos abandonado, que los estábamos buscando. A raíz de eso es que nace el Banco Nacional de Datos Genéticos”, recordó por su parte Elsa, madre de Mónica y abuela de Paula, quien se emocionó al recordar a su hija y a la cantidad de gente que se sumó a la búsqueda de su nieta y del resto de los nietos apropiados. “Estoy muy contenta de poder vivir este momento”, agregó.
Informe: Juan Pablo Pucciarelli