El presidente de España, Pedro Sánchez, utilizó el affaire de la critomoneda $Libra para cuestionar a la oposición de derecha en su país y de paso para resarcirse del largo entuerto que mantuvo con Javier Milei. Calificó al escándalo en el que está envuelto el mandatario argentino como “un colosal engaño”.
“Usted para la política española es lo que la criptomoneda de Milei para los votantes argentinos: un colosal engaño”, disparó Sánchez en el medio del Parlamento español, durante la sesión de control en la que había sido criticado por los representantes de la oposición.
La referencia evidencia también el tamaño internacional del escándalo que tiene en el centro de la tormenta a Javier Milei. Y la comparación que el mandatario español hizo de él fue dirigida al presidente del Partido Popular (PP), el derechista Alberto Núñez Feijóo, durante una sesión en la que este le cuestionó varias decisiones de gobierno.
“Usted se presentó ante la política española diciendo que iba a traer la política para adultos, que era hacer propuestas, moderación, pactos de Estado, y lo que trajeron han sido bulos (informaciones falsas) y crispación”, le criticó el presidente.
Pero la referencia al escándalo de la criptomoneda y su definición de “colosal engaño” hecha por Sánchez no sólo fue una crítica a su rival de derecha sino también un desquite que se cobró con Milei.
Pedro Sánchez vs. Javier Milei
El año pasado, el jefe del Gobierno español mantuvo un duro enfrentamiento con el jefe de Estado argentino que derivó en un escándalo diplomático entre ambos países.
Quien había iniciado la pelea fue el titular de la Casa Rosada, quien el año pasado viajó a España para participar de un congreso del partido ultraderechista VOX y dio un discurso en el que acusó a Pedro Sánchez de tener “una esposa corrupta”.
Inmediatamente, el gobierno español le exigió a Milei que pida disculpas por esa referencia a Begoña Gómez, que por esos días había sido sospechada de tráfico de influencias en un caso que luego fue desestimado.
Milei no sólo desoyó el pedido de disculpas sino que además redobló el contrapunto. Definió a Sánchez como “socialista fatalmente arrogante” y lo descalificó con las siguientes expresiones: arrogante”, “totalitario”, “personaje siniestro”, “rojito” (por socialista), “cobarde”, “ridículo” y “hazmerreir del mundo”.
La escalada derivó en la decisión del gobierno español de citar a su embajador en la Argentina y poner en el freezer las relaciones diplomáticas entre ambos países.
Pero Sánchez disfrutó en las últimas horas del plato frío que le dejó servido el mega fraude en el que el presidente argentino quedó involucrado tras promocionar una criptomoneda que le vació las arcas a inversores de distintas partes del mundo.