Un lugar diferente en medio de la selva, que combina comodidad, lujos y vistas únicas para quienes buscan escapar de la rutina. ¡Descubrílo!
Costa Rica es un paraíso natural que cautiva a viajeros de todo el mundo con su biodiversidad, playas vírgenes y selvas. Este país centroamericano se destaca por su compromiso con la conservación ambiental y su oferta turística que combina aventura, relajación y experiencias únicas. Y, en medio de este paisaje lleno de vida y belleza, surge una propuesta de alojamiento que rompe con todo lo conocido: un hotel dentro de un avión.
Costa Verde, ubicado en una ladera con vistas panorámicas al océano Pacífico, ofrece a sus huéspedes la oportunidad de dormir en una suite exclusiva que fue parte de un Boeing 727 transformado en alojamiento de lujo. Más que un simple hospedaje, es una experiencia que fusiona innovación y naturaleza en un entorno donde la tranquilidad y el confort se viven al máximo.
Costa Verde, un excéntrico hotel en la selva de Costa Rica
Enclavado en una ladera de la selva costarricense, el Hotel Costa Verde es mucho más que un alojamiento: es una experiencia única que desafía las convenciones tradicionales del hospedaje. Su rasgo más distintivo es un avión Boeing 727 que, tras años de servicio en la aviación comercial, fue transformado en una suite de lujo suspendida, con vistas panorámicas al océano Pacífico y la exuberante vegetación que lo rodea.
La aeronave fue cuidadosamente adaptada para convertirse en una habitación principal con todas las comodidades modernas. Cuenta con un cuarto amplio y luminoso, equipado con aire acondicionado, baño privado y ventanales que regalan vistas impresionantes del mar y la selva. La decoración respeta en parte la esencia aeronáutica, incorporando elementos vintage y contemporáneos que crean un ambiente acogedor.
Además del avión-habitación, el complejo ofrece una variedad de alojamientos adicionales, desde cabañas rústicas con techo de palma hasta villas privadas con piscina y terraza. Los caminos internos están diseñados para permitir el acceso cómodo sin alterar el paisaje, invitando a los huéspedes a disfrutar de paseos rodeados de flora y fauna local.
La experiencia se completa con servicios pensados para el descanso y la aventura: piscina al aire libre, zonas de meditación, excursiones guiadas por la selva y actividades acuáticas. El restaurante del hotel ofrece platos basados en ingredientes frescos y autóctonos, fusionando la gastronomía costarricense con toques internacionales.
Fuente: Ambito