En una de las esquinas más emblemáticas de Villa Devoto, donde la memoria barrial guarda el recuerdo del icónico bar “La Manzanita”, ha surgido Copetín, un nuevo espacio que redefine la experiencia culinaria.
Copetín se erige en la llamativa y famosa esquina triangular de Villa Devoto, frente a la estación Antonio Devoto de la línea de trenes Urquiza. Abierto en noviembre de 2024, este bar no es solo un destino gastronómico, es un viaje sensorial que transporta al encanto de las décadas de 1960 y 1970, cuidadosamente curado para evocar la nostalgia.
Su diseño es un reflejo fiel de la atmósfera retro que busca replicar, donde cada silla de cuero marrón y cada mesa de fórmica en sus vibrantes tonalidades y formas diversas ha sido seleccionada y restaurada con una devoción casi artesanal, para crear una atmósfera simultáneamente familiar y novedosa. No es un mero decorado, es un ambiente que invita a la distensión, a las conversaciones prolongadas y a la celebración de lo auténtico.
Copetín: menú
Esta filosofía se extiende a su propuesta culinaria, con una carta que honra la tradición con un giro contemporáneo, que no traiciona lo clásico, y ofrece preparaciones para compartir.
En la carta se destacan como estrellas los tres copetines bautizados en honor a las calles que abrazan el local: el “Enciso”, con su combinación de queso Mar del Plata y tomatitos dulces; el “Fernández”, con jamón crudo y morrones caseros, y el “González”, con su original mezcla de tortilla de papa y vitel toné.
Aunque también hay variedad de platitos para picar, pizzas napoletanas, sándwiches de pan de pizza que sorprenden por su creatividad, fainás gratinadas con ingredientes variados y tortillas con diversos toppings, elaboradas en el día.
Postres en Copetín, Villa Devoto
Además, este sitio ofrece postres que evocan la dulzura del hogar, como el vigilante o el flan con dulce de leche. Sin embargo, el verdadero protagonista es el postre “Copetín”, ideal para compartir hasta con tres personas de buen comer, con pan de pizza, Nutella, fruta de estación, crema batida, maní tostado y chips de chocolate, una creación diseñada para compartir y recordar.
La barra cuenta con una selección que abarca desde cócteles clásicos como el Fernet y el Negroni, hasta vermuts de la casa y la refrescante sidra tirada 1888. Además, los menús especiales de la semana, que incluyen un plato para picar, un principal y dos bebidas, hacen de Copetín una opción accesible para disfrutar en cualquier momento.
Pero este lugar trasciende el concepto de un simple bar. Se ha consolidado como un verdadero epicentro comunitario en Villa Devoto, un punto de encuentro donde los sabores genuinos se entrelazan con una rica agenda cultural.
Las noches de “Entre Cuerdas”, que tienen lugar cada jueves de agosto, son sólo un ejemplo de cómo Copetín se posiciona como un catalizador de la vida artística del barrio, un espacio donde la música y la cultura encuentran un escenario. Y aquellos que añoran épocas pasadas encuentran aquí un punto donde conectarse con otros tiempos.
Fuente: Ambito