Una yaguareté hembra que fue reinsertada en el Parque Nacional El Impenetrable, provincia de Chaco, fue vista con un cachorro. Se trata del primero en nacer en esta región en al menos 35 años, ya que es una especie en peligro de extinción que ha perdido gran parte de su territorio en el país.
Sebastián Di Martino, director de Conservación de la Fundación Rewilding Argentina –que encabeza el proyecto de reinserción de la especie–, contó en diálogo con Página/12 que comenzaron a trabajar en la región chaqueña en 2019 cuando apareció Qaramta, un enorme macho joven y solitario que vagaba tratando de encontrar una hembra. En El Impenetrable, la última hembra había sido vista en 1990: “este macho, Qaramta, lo hicimos entrar a unos corrales donde le dejamos una hembra que estaba en cautiverio; entró solo y copuló con ella; unos días después lo soltamos y salió para ser libre de vuelta. Esa hembra de cautiverio –no es posible liberarla porque moriría– tuvo dos crías en enero del 2021, una de ellas es Nalá. Y Nalá fue liberada el año pasado; ahora hemos descubierto que tuvo una cría. No sabemos quién es el padre. El resultado es que, en una región tan extensa como la chaqueña de Argentina, donde estaba virtualmente extinto el yaguareté, hoy volvemos a tener una población que se está reproduciendo”. El yaguareté está en peligro crítico de extinción, la máxima categoría de preocupación en conservación: “perdió más del 95% de su área de distribución en Argentina. Hace 150 años llegaba hasta el norte de la Patagonia, hasta el Río Colorado, Río Negro”, recordó el biólogo.
“Sólo había poblaciones reproductivas en la provincia de Misiones y en Salta y Jujuy. Ahora gracias a los esfuerzos de reintroducción tenemos una nueva población reproductiva liberada en la provincia de Corrientes –ahí se empezó de cero– y ahora una en Chaco”, añadió. En los Esteros del Iberá se restableció una nueva población de yaguaretés tras 70 años de extinción.
Para comenzar con el proyecto trajeron algunas hembras de Paraguay e Iberá, de la población ya introducida y las empezaron a soltar el año pasado.
La primera fotografía
Nalá y su cachorro fueron observados y fotografiados a orillas del Río Bermejo por los guías locales Pablo Luna y Darío Soraire, que trabajan en el paraje La Armonía y el Fortuna Arenales. Desde febrero sospechaban que había parido, por los movimientos que registraba el collar de seguimiento. Aunque suelen parir entre una y dos crías, sólo se la vio con una.
“Estábamos casi seguros de que ya había parido, pero pusimos cámaras trampas en ese lugar y no pudimos sacar nada. A ella sí la pudimos fotografiar o filmar con cámaras trampa; siempre aparecía sola pero siempre con la panza caída y los pezones muy marcados. Eso es indicio de que o tenía cachorros o había parido y los perdió“, añadió el director.
En mayo habían podido fotografiar las huellas de Nalá y de un cachorro. Hasta el avistaje y la fotografía de los guías, no habían podido confirmar si había tenido cachorros. El guía Soraire que vio a madre e hija dijo: “Fue un día maravilloso para mí, tuve la excelente suerte de ver a Nalá con su cachorro a la ribera del Río Bermejo. Estaba navegando, subiendo río arriba; los vi y quedé impresionado con su hermosura”.
A largo plazo
De todas formas, la reinserción de la especie apunta a “recuperar el rol ecológico del yaguareté como depredador tope, que es súper importante porque es un poco el que modela los ambientes donde vive. Después recuperás otras cosas: la cultura, por ejemplo, porque el yaguareté es un animal tan simbólico que está omnipresente en todas las culturas de Argentina”. Son proyectos a largo plazo: reinsertar y cuidar a las especies para que puedan salir de la amenaza de la extinción lleva tiempo, según advirtió Di Martino.
Por eso, a todos los animales los rastrean: sobre el Bermejo sigue habiendo caza furtiva. “Ahora el único que no tendría collar de monitoreo sería este animalito hasta que, cuando crezca un poco, podamos capturarlo. Esperamos que empiece a suceder más frecuentemente que estén pariendo. Al principio obviamente uno se pone eufórico con el primer nacimiento, pero después lo que debería suceder es que las otras hembras liberadas vuelvan a parir. Este cachorrito tiene poco más de 5 meses” explicó el biólogo.
“En El Impenetrable renace el monte chaqueño, se recupera el yaguareté y el resto de la fauna, y se desarrolla una nueva economía, que tiene en Pablo y Darío y tantos jóvenes como ellos, los mejores exponentes de que existe esperanza en una nueva forma de relacionarnos con la naturaleza”, destacaron desde la Fundación.
Informe: Natalia Rótolo.
Fuente: Pagina12