Vélez Sarsfield redondeó una semana de fiesta y tras eliminar a Boca de la Copa Argentina, le ganó por 1 a 0 a Sarmiento de Junín y lustró la chapa de gran candidato a ganar la Liga Profesional. Los jugadores del equipo de Liniers lucieron sobre el pecho el número 30 conmemorando las tres décadas del triunfo logrado en Japón contra el Milan en la Copa Intercontinental, el 1º de diciembre de 1994. En aquella ocasión Vélez había ganado 2 a 0 con un gol de penal de Trotta y un golazo del Turco Asad. Ante Sarmiento, para emular mejor aquella hazaña, se había puesto en ventaja con un penal ejecutado por Aquino y muy cerca estuvo de lograr el 2 a 0 cuando Pizzini reventó el travesaño.
La mitad de los jugadores que mandó a la cancha Quinteros no había nacido cuando Vélez ganó aquella Copa. Marchiori tiene 29 años, Joaquín García 23, Valentín Gómez 21, Ordóñez 29 y Thiago Fernández 20. Los otros eran bebés de pecho o estaban en el jardín de infantes. Tampoco había nacido ninguno de los del banco, con la excepción de Michael Santos. Equipo de mucha juventud este Vélez que venía de dar una notable muestra de carácter en el último tramo del partido contra Boca y que hizo los deberes contra los juninenses.
Ganó clara y merecidamente el conjunto que dirige Quinteros. No brilló, no deslumbró, pero supo manejar los tiempos del partido, tuvo las mejores llegadas y pudo alcanzar una diferencia mayor que evitara cualquiera temor que siempre producen los resultados cortos. El modesto Sarmiento casi nunca se aproximó con verdadero peligro al área local y sólo se le pueden anotar un remate cruzado de Burgoa en el arranque del partido y una pelota área que provocó algún revuelo por la salida en falso de Marchiori.
Sostenido en el fondo con la buena actuación de los centrales, incisivo con las subidas de Elías Gómez y García (dos de las figuras de la cancha), Vélez controló muy bien a Nicolás Gaitán, el único generador de juego de los visitantes, y siempre dio la sensación de que sólo le faltaba un poco de precisión en tres cuartos de cancha o en el último pase para quebrar la resistencia de Acosta. El gol llegó a la salida de un córner por una mano evidente de Morales que Ramírez, muy cerca de la acción, no dudó en cobrar. De la ejecución se encargó Aquino, quien le dio de derecha, fuerte, rasante, bien pegadita la pelota contra un palo, haciendo inútil la estirada del arquero de Sarmiento.
Con esta victoria Vélez le sacó 5 puntos de ventaja a Huracán y Racing, y 6 a Talleres, todos ellos con un partido menos. Tiene en el horizonte a Unión en Santa Fe y a Huracán en Liniers. Esta a solo dos partidos de la consagración y a uno de ganar la Copa Argentina, un doblete con el que sueña. Tiene con qué.
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