Una vez más, el gobierno de Javier Milei usó el día de la Memoria, la Verdad y la Justicia para reivindicar la dictadura militar e intentar instalar la vieja teoría de los dos demonios. Esta vez, tal como hizo el año pasado, utilizó la cuenta oficial de la Casa Rosada para compartir un video en el que agitador de ultraderecha Agustín Laje negó la cifra de desaparecidos y dijo que el golpe de Estado y el plan de exterminio planificado en realidad fue “una guerra”. El presidente retuiteó el video que duraba 20 minutos y puso: “Memoria, Verdad y Justicia. Completa”. La vicepresidenta Victoria Villarruel, en tanto, no se quiso quedar atrás y publicó un extenso texto en sus redes en el que justificó el relato de la obediencia de vida y, como ya es costumbre, volvió a defender a los genocidas. Después del baño de realidad que vivió el oficialismo con la masiva movilización a Plaza de Mayo, desde el entorno de Milei salieron a atajarse. “Fue una marcha kirchnerista y de sus franquicias de izquierda que se apropiaron del feriado y de un día que le pertenece a todos los argentinos”, fustigaron.
El día comenzó con la Casa Rosada vallada. Como una fila de vallas le pareció poco al gobierno, ordenaron que el vallado sea doble. Más allá de eso, el oficialismo cumplió con su promesa de que la jornada transcurriría “en paz” y, a diferencia de las movilizaciones de jubilados de todos los miércoles frente al Congreso, en esta marcha no hubo represión. Por la mañana, antes de la masiva manifestación, el vocero presidencial Manuel Adorni publicó un video en el que hizo dos anuncios.
En primer lugar dijo que el gobierno iba a emprender “una desclasificación total de toda la información y documentación vinculada con el accionar de las fuerzas armadas durante el período de 1976 y 1983”. Pero en verdad no “desclasificó” nada. En 2010, la expresidenta Cristina Fernández de Kirchner ya había firmado un decreto para desclasificar la información de ese período y fue el propio gobierno libertario el que desarmó y desmanteló los equipos que trabajaban para llevar adelante esa tarea (ver nota aparte). Además, desde la Casa Rosada no pudieron precisar qué documentos son los que se van a desclasificar y dijeron no tener conocimiento de los detalles. “Se anunció recién y hay que verlo con los técnicos mañana”, repetían.
El vocero Adorni, por otra parte, adelantó que el gobierno “reconocerá ante la Comisión Interamericana de Derechos Humanos que el atentado del ERP a la familia del capitán Humberto Viola fue un crimen de lesa humanidad”, pero omitió que el caso ya se juzgó en 1979, en plena dictadura, con sentencias a perpetua en un juicio viciado por denuncias de tortura y falsos testimonios.
Más tarde, desde la cuenta de X denominada “Oficina del Presidente”, se publicó un comunicado en el que escribieron que habían “alcanzado un acuerdo de solución amistosa con la familia del Capitán Humberto Viola, fusilado en 1974, en plena democracia, junto con su hija María Cristina de 3 años, a manos del Ejército Revolucionario del Pueblo (ERP), organización terrorista que intentó imponer un régimen marxista, leninista y guevarista en la Argentina mediante la lucha armada”.
En esa línea, adelantaron que la secretaría de Culto y Civilización de la Cancillería, a cargo de Nahuel Sotelo, será la que se presente ante la CIDH. Sotelo es el autor del libro que se llama “Cartas de los 70. El dolor de la otra parte”,en el que opina que la última dictadura cívico militar “fue una guerra”, y que se debe contar “la historia completa”, el mismo discurso del video de Laje.
Sobre el video que el influencer de derecha publicó desde la cuenta de la Casa Rosada y grabó en uno de los salones de Balcarce 50, desde el entorno de Milei se mostraron contentos con sus reproducciones: “Diez millones de views un vídeo de Twitter contando la verdad completa que nos quisieron esconder. Me parece que el consenso alfonsinista era minoritario”, disparó el asesor Santiago Caputo desde la cuenta en twitter por la que opina oculto detrás de un seudónimo. Luego agregó: “10 millones de views > 43 mil manifestantes. Aprendan a sumar”. Los organismos de DDHH, sin embargo, contabilizaron que fueron cerca de 400 mil los que marcharon a la Plaza de Mayo este lunes.
Villarruel no quiso perder protagonismo y, después de la marcha, publicó un extenso texto en X el que expresó que “las organizaciones armadas como Montoneros y el ERP fogonearon la interrupción del orden constitucional”; que las políticas de Memoria Verdad y Justicia fueron una “memoria ideologizada que reemplazó a la historia y convirtió a los uniformados en los únicos responsables”, y repasó su militancia pro genocidas. Por último, la vicepresidenta rescató del olvido su tesis reaccionaria de la Obediencia Debida. “Pienso en quienes cumplieron órdenes con convicción de que sus actos eran en defensa de la Patria, y que siguen siendo perseguidos y mantenidos prisioneros durante muchos más años que los jefes que impartieron las órdenes y decidieron la estrategia”, escribió.
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