Lejos de bajar el perfil frente al incesante fuego interno, la vicepresidenta, Victoria Villarruel, volvió a meterse en un tema sensible para el Gobierno Nacional. A 192 años de la ocupación de las Islas Malvinas, la titular del Senado lanzó un mensaje propio en sus redes sociales, pese a que un rato antes el Ministerio de Relaciones Exteriores ya había sentado la posición oficial del Poder Ejecutivo. El año pasado, la soberanía de Malvinas había sido motivo de conflicto a cielo abierto con la anterior canciller, Diana Mondino, que mantenía una nítida postura de acercamiento con el Reino Unido.
En línea con sus antecedentes familiares y su estrecho vínculo con la casta militar, la vicepresidenta no dejó pasar el aniversario de la invasión inglesa en las islas para marcar su postura. “192 años de reclamo ininterrumpido por nuestras Islas Malvinas usurpadas por Inglaterra en 1833. Ese día fuerzas británicas expulsaron a las autoridades legítimamente designadas y a la población local”, escribió en su cuenta de X un rato antes del mediodía. El texto se completaba con una imagen satelital de la patagonia y del archipiélago argentino. “Más de 50 declaraciones en foros internacionales urgen al Reino Unido a retomar las conversaciones bilaterales por la soberanía de nuestras Islas. #MalvinasArgentinas ayer, hoy y siempre!!”, rezaba el posteo.
Malvinas no es un tema más para Villarruel. En cada oportunidad que puede habla sobre su padre, Eduardo Marcelo Villarruel, como un “héroe de Malvinas”. Efectivamente, como publicó Página/12, durante la Guerra de Malvinas Villarruel padre fue el segundo jefe de la Compañía de Comandos 602, detrás de Aldo Rico y fue prisionero de los ingleses. Lo que Villarruel prefiere no mencionar es que su padre fue sancionado por resistirse a jurar por la Constitución Nacional en 1987, que recibió de parte de Antonio Domingo Bussi un “diploma de honor” por haber participado del Operativo Independencia en Tucumán y que reivindicaba con orgullo haber “luchado contra la subversión”.
Esta historia familiar no sólo la llevó a Villarruel, entre otras cosas, a visitar varias veces al dictador Jorge Rafael Videla y declararse “malvinera”, sino a enfrentarse públicamente con Mondino. La ex funcionaria había sellado un acuerdo con su par británico, David Lammy, para reanudar los vuelos mensuales entre Córdoba y Malvinas y avanzar en medidas de “conservación de pesquerías”, entre otras acciones de “cooperación en diferentes ámbitos”. “¿Para qué? ¿Para ir a visitar nuestras Islas con Visa y pasaporte? ¿Nos toman por tontos? Ellos obtienen ventajas materiales, concretas e inmediatas, mientras que a nosotros nos ofrecen migajas como consuelo emotivo y debilitan nuestra posibilidad de negociación”, cuestionó entonces la vice, como si no formara parte del oficialismo.
Aunque esta vez no salió directamente al cruce del Ministerio de Relaciones Exteriores, el posteo de la vice dejó en evidencia que no pretende dejar de lado sus aspiraciones, a pesar de las permanentes críticas que le hacen los propios libertarios, incluido el presidente Javier Milei.
En su comunicado oficial, la Cancillería corrigió la postura amigable con el Reino Unido que solía tener Mondino por una más sobria: “El Gobierno argentino manifiesta una vez más su disposición a reanudar las negociaciones bilaterales que permitan encontrar una solución a esta disputa de soberanía y dar fin a la situación colonial en la cuestión de las Islas Malvinas, de acuerdo a lo dispuesto por las resoluciones pertinentes de la Asamblea General”, señaló.