El presidente de la Reserva Federal (Fed), Jerome Powell, hablará este viernes en el tradicional simposio de Jackson Hole y el mercado espera definiciones sobre la política monetaria de EEUU. La gran incógnita es si dará alguna señal de recorte de tasas, en un contexto donde los últimos datos económicos muestran un panorama ambiguo respecto al impacto de los aranceles. A la vez, la inflación se mantiene elevada y se intensifica el asedio político de Donald Trump sobre el titular de la Fed.
Si durante su discurso el presidente de la Fed adopta una visión más pesimista del mercado laboral, eso podría abrir la puerta a una reducción de tasas en la próxima reunión del organismo en septiembre. Sin embargo, también es probable que mantenga el tono cauteloso que tuvo durante todo el año.
El CEO de Front Inversiones, Alan Mac Carthy, explicó a este medio que “si bien hasta ahora la Fed mantuvo cautela, los últimos datos laborales de EEUU fueron peores a lo que se esperaba y podrían empujar a un giro“. Consideró que “si se confirma un cambio de tono, podría abrirse la puerta a un recorte en septiembre, aunque moderado“.
Y agregó que “todo dependerá de si Powell reconoce que el mercado laboral ya no está tan firme y la alta probabilidad de que los aranceles empiezan a verse reflejados en la inflación”.
Por su parte, el Head Wealth Management Research en Balanz, Nicolás Kohn, comentó a Ámbito que esperan que Powell “convalide una postura dependiente de los datos para ejecutar el recorte en septiembre“.
De todas maneras, recordó que “hasta el dato del índice de precio al productor de julio en Estados Unidos la semana pasada, el mercado ya daba casi que por hecho que la Fed iría a cortar su tasa de política monetaria en 25 puntos básicos en la reunión del 17 de septiembre, particularmente después de la revisión a la baja en los datos de empleo conocidos a principios de mes”.
El cambio de humor en el mercado
El 1 de agosto, la Oficina de Estadísticas Laborales del Departamento de Trabajo (BLS) dio a conocer que el empleo se desaceleró en julio mucho más de lo esperado y se corrigió a la baja los datos de junio. Wall Street se disparó tras la novedad, ya que interpretó que el mal dato derramaría en un recorte durante la reunión de septiembre, ya que la Fed debe velar tanto sobre la inflación como sobre el nivel de empleo.
Sin embargo, Kohn enfatizó que “la fuerte sorpresa al alza en los precios mayoristas de EEUU hizo recalibrar las apuestas de cortes este año”. Hace una semana, el mercado daba un 92,1% de probabilidades de que el banco central monetario reduzca en 0,25 puntos la tasa en septiembre, según el FedWatch que mide CMA. El miércoles era de 82,4%. Este jueves bajó a 71,5%.
La persistencia de la inflación
La inflación mayorista fue de 0,9% mensual en julio, la más alta en tres años. Lo que sugiere que las empresas estadounidenses están ajustando precios para compensar el impacto de los aranceles, una decisión que podría trasladarse sobre la inflación minorista durante los próximos meses.
El IPC de julio fue de 2,7% interanual, un dato mejor al 2,8% esperado por los analistas. Sin embargo, sigue muy por encima de la meta del 2% que se fijó la autoridad monetaria. El senior research strategist de Pepperstone Michael Brown explicó en un reciente informe a sus clientes que la inflación minorista se mantiene por encima de ese objetivo “durante los últimos 53 meses consecutivos, lo que marca el tercer período más largo en las últimas cinco décadas”.
Brown destacó que si se utiliza el indicador preferido de la Fed para medir la inflación, el índice básico de precios del gasto de consumo personal (CPE), “se obtiene un panorama más feo, ya que el índice se mantuvo por encima del objetivo del 2% durante 52 meses consecutivos, antes del informe de julio que se publicará a finales de mes, lo que marca el segundo período más largo desde principios de los años setenta“.
¿Desacelera el mercado de trabajo?
A la espera de que se conozca el dato de empleo de julio, que se publicará el 5 de septiembre, el principal termómetro del mercado laboral en EEUU son las solicitudes de subsidio por desempleo. Se trata de un indicador indirecto del nivel de empleo, ya que si hay un aumento de las contrataciones, el nivel de renovaciones tiende a bajar.
Este jueves se supo que las nuevas peticiones fueron de 235.000, unas 9.000 por encima de lo anticipado y 11.000 por encima de las 224.000 de la semana previa. Mientras, las renovaciones de esos subsidios alcanzaron el 1.972.000 de personas, unas 12.000 personas más a lo estimado y un aumento de 30.000 contra la semana previa.
Pese a eso, Brown argumentó que el desempleo se mantuvo por debajo del 4,5%, la meta fijada por la Fed, “durante 45 meses consecutivos, la racha más larga desde al menos 1970“. Por caso, en julio de este año fue de 4,2%.
Por esa razón, argumentó que “los datos recientes refuerzan de manera la opinión de la mayoría de los miembros del Comité Federal de Mercado Abierto (FOMC) de que el aspecto inflacionario del mandato dual (de la Fed) está más lejos de lograrse que el componente de empleo”.
¿Qué hará la Fed en septiembre?
Brown opinó que “todo esto contribuye a reforzar la actitud de ‘wait and see’ que se ha convertido en el sello distintivo de la política monetaria este año”. Por esa razón, consideró que Powell seguramente “refuerce este mensaje en su discurso inaugural en el Simposio de Jackson Hole el viernes” y que la Fed solo recortará la tasa en diciembre.
Por otra parte, Kohn explicó que desde Balanz esperan un “escenario base es de un corte (de 25 puntos básicos) en septiembre y otro de la misma magnitud en diciembre”. Y ahondó: “Creemos que la Fed va a ser más cauta en 2025 y tendría más espacio para recortes recién en 2026”.
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Ambito