Sin acuerdo y sin los votos para avanzar con un temario que tiene como ejes la reforma electoral y política, el Gobierno descartó la convocatoria a sesiones extraordinarias en diciembre como había anunciado. El jefe de Gabinete, Guillermo Francos, fue el encargado de ponerle fin a las expectativas que alentó la propia Casa Rosada al reconocer que “no hay acuerdo sobre el temario” con la oposición colaboracionista, luego de desechar la inclusión en la agenda del Presupuesto 2025 que reclaman los gobernadores de todos los signos políticos. A pesar de que el ministro coordinador dejó abierta las puertas a una posible convocatoria futura durante el verano, la intención del Gobierno es ponerle candado al Congreso hasta el primero de marzo del año próximo cuando se abra el nuevo periodo parlamentario si sus iniciativas no tienen posibilidades de prosperar.
“Hasta ahora no tenemos acuerdos sobre el temario a tratar. Somos minoría y dependemos de preestablecer acuerdos para tratar en el Congreso en extraordinarias. Hoy no lo tenemos”, dijo Francos ayer a la prensa en los pasillos de la Casa Rosada. El jefe de Gabinete reconoció que, a menos que haya acuerdo en las negociaciones, “en diciembre no convocaríamos” a sesionar y justificó la decisión en los escasos días hábiles que le quedan al mes. “En esta situación no convocaríamos”, insistió.
Luego de la sesión preparatoria en la Cámara de Diputados del miércoles pasado, donde se reeligió al riojano libertario Martín Menem como presidente del cuerpo legislativo para el próximo periodo parlamentario, el vocero presidencial anunció la convocatoria a extraordinarias. Manuel Adorni comunicó a través de X que el Ejecutivo convocaría a sesiones extraordinarias del Congreso “entre el 5 y el 27 de diciembre” y definió el temario que Milei propondría para el debate legislativo: reforma electoral y política, juicio en ausencia, ley anti mafia, los viajes del Presidente al exterior y la eliminación de los fueros a la política, con un texto aún desconocido.
Este último punto se incluyó para intentar desactivar las críticas de sus aliados después que el propio oficialismo contribuyó a hacer caer la sesión en la que el macrismo y otros bloques dialoguistas impulsaban en la Cámara baja el proyecto de “ficha limpia”, que buscaba impedir una posible candidatura de la expresidenta Cristina Fernández de Kirchner sin la definición de la última instancia judicial (Corte Suprema) de apelación a su condena por la causa Vialidad.
El temario propalado por Adorni no conformó a los “dialoguista”, especialmente por la exclusión del Presupuesto: la zanahoria que le exhibió la Casa Rosada para que acompañen el boicot a la frustrada sesión de Diputados que proponía rechazar el DNU de Milei que habilita al Gobierno la renegociación de la deuda externa sin pasar por el Congreso.
“Como diputados nacionales no nos resignamos a cumplir el triste papel que el presidente Milei reserva para el Parlamento. Por eso, no nos prestaremos al show de debatir los proyectos anunciados por el vocero presidencial, que pueden ser sancionados en sesiones ordinarias”, expresaron a través de un comunicado los radicales díscolos de Democracia para Siempre. Más condescendiente, el bloque oficial de los senadores de la UCR, lamentó la exclusión del Presupuesto y Ficha Limpia, pero reclamó la ampliación del temario a otras iniciativas. Aunque sin pronunciamiento oficial, el descontento por el temario anunciado se propagó al resto de las bancadas colaboracionistas, sumado al rechazo de los bloques opositores más duros.
El Gobierno prolongó la incertidumbre sobre la convocatoria oficial a extraordinarias y hasta dejó trascender la posible ampliación del temario en busca de alianzas legislativas, mientras el tiempo propuesto originalmente por la Casa Rosada se extinguía. Las negociaciones del oficialismo no prosperaron y Francos oficializó que no habrá extraordinarias este mes. Con enero descartado, el oficialismo coquetea con un llamado en febrero. Habrá que ver si cambia algo para entonces.
En Balcarce 50 ya sabían que no contaban con los votos en el Congreso para sus principales objetivos: la eliminación de las Primarias Abiertas, Simultáneas y Obligatorias (PASO), el financiamiento de los Partidos Políticos y las campañas electorales, además de las mayores exigencias para otorgar el reconocimiento electoral partidario y su continuidad para competir en comicios. Suficiente como para descartar las extraordinarias y evitar derrotas en el Congreso.
En paralelo, el Gobierno no pudo despegarse de la detención en Paraguay del senador entrerriano Eduardo Kueider, de origen peronista pero aliado al gobierno libertario, por “intento de contrabando” de 211 mil dólares no declarados, y trató de clausurar el Senado para que el escándalo que lo salpica no escale. Pero no logró evitar que la Cámara alta busque sesionar hoy para destituir a Kueider, aunque construyó junto a sus aliados un bloque de “control de daños”, que llevará al recinto la propuesta la “suspensión” del senador detenido y que Unión por la Patria no sume con su reemplazo una banca mas opositora.